LAS CREENCIAS EN LAS RELACIONES DE PAREJA
Las
creencias están grabadas en el inconsciente y constituyen los cimientos
de nuestra capacidad de atracción, porque programan el magnetismo
personal. Si estamos convencidos de no atraer a la persona correcta
para nosotros, pues depositamos esa energía en nuestro magnetismo y
atraemos parejas inadecuadas. Pero si creemos lo contrario, pues se
hace realidad.
Si no creemos en la posibilidad de atraer la pareja que deseamos, ¿Cómo podrá enviárnosla el Universo?
Naturalmente, esto significa saber lo que queremos. Una vez decididos
nuestros deseos, debemos confiar en realizarlos. Obviamente no podemos
obtener lo que consideramos imposible, la duda rebaja la energía
necesaria para obtenerlo, ya que nos envía el mensaje de que realmente
no estamos convencidos o de que lo que creemos no existe.
Hay
que creer que podemos conseguir la relación que deseamos; sin embargo,
esto no significa que tiene que ser con la persona que hemos
identificado como la pareja ideal si él o ella no es de la misma
opinión, porque no podemos forzar a nadie. Estoy segura de que
si esa persona no siente lo mismo por nosotros es que Dios lo ha querido
así, y que existe otra mucho más compatible e ideal para nosotros.
Personalmente me consta que este punto es difícil de aceptar cuando se
está enamorado, pero no se puede forzar la voluntad de otro ser
humano. El libre albedrío es un don que Dios nos ha otorgado. Y pues
también en ocasiones nos ha tocado el que no podemos corresponder al
amor de alguien y en esos momentos tenemos derecho a exigir que respete
nuestra decisión.
Si no atraemos al tipo de persona que nos interesa, hay que examinar nuestras creencias sobre las relaciones con el sexo opuesto,
siempre recomiendo hacer una lista de las mismas en las que se
describen las experiencias que se vivieron y esto es importante porque
solo conociendo nuestras ideas y comprendiendo cual es su origen
podremos cambiarlas mediante el agradecimiento, la reafirmación y las
nuevas experiencias.
Pero no hay que olvidar el papel de los sentimientos en las creencias. No basta con creer, hay que sentir que somos capaces de realizar lo que creemos, tener la convicción. Las
dudas, los temores y los espejismos interfieren en la corriente de
energía que nos permite creer para realizar nuestros deseos. Por el
contrario la confianza nos da la seguridad de que nuestras convicciones
interiores se harán realidad a pesar de los obstáculos.
Una
parte importante de la manifestación de las creencias consiste en
estar convencidos de que merecemos la realización de nuestros deseos. Es
bastante común saber lo que se desea, pero creer que no se merece. Si
no merecemos los regalos del Universo, ¿Cómo lo vamos a recibir?
Es muy importante creer que nos pertenece por derecho propio los
regalos que Dios y el Universo entero nos tienen preparado. Si dudamos
en esto se hace necesario buscar los motivos, como única forma de
curar las heridas que nos lo impide, y siempre que nos sintamos
incapaces de hacerlo solos pues confiemos en que Dios ese que vive
dentro de nosotros nos acompaña en este proceso y si aun así no podemos
pues busquemos la ayuda de un profesional.
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