EL SABIO
El sabio se
mantiene alejado de la rivalidad,
de la codicia y de la confusión
producida por los deseos.
de la codicia y de la confusión
producida por los deseos.
El sabio es
feliz al vivir,
es bondadoso y armoniza con todos,
es sincero al hablar, equilibrado
y recto en el trabajo y en la vida.
es bondadoso y armoniza con todos,
es sincero al hablar, equilibrado
y recto en el trabajo y en la vida.
Cuando acaba su
obra, se retira oportunamente,
su respiración es fresca como la de un niño,
y busca siempre beneficiar a los hombres.
su respiración es fresca como la de un niño,
y busca siempre beneficiar a los hombres.
El sabio es
difícil de comprender,
es cauteloso como quien atraviesa
un río en invierno,
prudente como quien tiene enemigos,
reservado como el huésped de una casa,
sencillo como la madera, tranquilo como un valle
y profundo como las aguas de un lago.
es cauteloso como quien atraviesa
un río en invierno,
prudente como quien tiene enemigos,
reservado como el huésped de una casa,
sencillo como la madera, tranquilo como un valle
y profundo como las aguas de un lago.
El sabio posee
poco
porque se ha olvidado de las cosas,
su presencia es modelo para todos los hombres.
porque se ha olvidado de las cosas,
su presencia es modelo para todos los hombres.
No se muestra,
por eso resplandece,
no se vanagloria, por eso sobresale,
no se exalta, por eso merece elogio,
es humilde y se mantiene íntegro.
no se vanagloria, por eso sobresale,
no se exalta, por eso merece elogio,
es humilde y se mantiene íntegro.
Permanece
independiente,
aunque viva rodeado de gloria y esplendor
nunca pierde la paz.
aunque viva rodeado de gloria y esplendor
nunca pierde la paz.
El sabio no es
impetuoso,
y nunca pierde el dominio de sí mismo.
y nunca pierde el dominio de sí mismo.
El sabio no
ofende a nadie,
y nunca halla motivo para rechazar a nadie.
y nunca halla motivo para rechazar a nadie.
El sabio es
aquel que se conoce a sí mismo,
que quiere conquistarse a sí mismo,
más que conquistar a otros.
que quiere conquistarse a sí mismo,
más que conquistar a otros.
El sabio,
contemplado,
no parece digno de ser mirado,
oyéndolo, no parece digno de ser escuchado,
sin embargo, contiene en sí todas las virtudes.
no parece digno de ser mirado,
oyéndolo, no parece digno de ser escuchado,
sin embargo, contiene en sí todas las virtudes.
El sabio parece
que no hace nada y,
sin embargo, nada queda sin realizar.
sin embargo, nada queda sin realizar.
El sabio hace
del corazón de los demás
el suyo propio.
el suyo propio.
Con el bueno
obra de forma buena,
con el malo obra de buena forma.
con el malo obra de buena forma.
El sabio se
parece a un niño,
nada ni nadie le daña.
nada ni nadie le daña.
El sabio se da
cuenta de las cosas
que para los demás pasan inadvertidas,
que para los demás pasan inadvertidas,
y estima por
igual las grandes y las pequeñas.
El sabio no
combate, mas siempre vence,
y no teme a la muerte.
y no teme a la muerte.
El sabio es, en
fin, quien está en armonía
con la naturaleza.
con la naturaleza.
Fuente: Tao Te
King
No hay comentarios:
Publicar un comentario