CURAR LOS PULMONES
Sin
respiración, no hay vida. Desde nuestra entrada en la vida, hasta
nuestra salida, despiertos o dormidos, no dejamos de respirar. Cada día,
respiramos unas 20.000 veces, aproximadamente. Cada minuto, una media
de 15 veces. Cuando cumplamos 70 años, habremos respirado unos 600
millones de veces. Es una de las funciones más importantes que el cuerpo
desempeña. La naturaleza se encarga de que esta función se efectúe, sin
nuestra intervención. La respiración es automática y permanente.
Nuestro sistema respiratorio incluye: nariz, garganta, laringe, tráquea y pulmones.
Los pulmones son los órganos en los que la sangre recibe oxígeno del aire y, a su vez, se desprende de dióxido de carbono.
Cada vez que respiramos, tomamos aire rico en oxígeno, y los pulmones se llenan y se vacían del aire sucio.
El
diafragma, que separa el pecho del abdomen, juega un papel importante
en la respiración. Se mueve, hacia abajo, cuando inhalamos, aumentando
la capacidad de la cavidad torácica, cuando tomamos aire por la nariz y
la boca. Cuando exhalamos, el diafragma se mueve hacia arriba, lo que
hace que la cavidad torácica reduzca su tamaño y los gases de los
pulmones suban y salgan por la nariz y la boca.
Desde la medicina china
La medicina china añade que los pulmones regulan la inhalación del Chi puro del aire y la exhalación del Chi impuro. La medicina china nos dice que lo más importante que obtenemos del aire es el Chi (hálito vital, soplo cósmico), no el oxigeno.
Los
pulmones regulan el paso del agua por el cuerpo. Tienen la función de
asegurar que el Chi y los fluidos corporales se dispersen
correctamente, por todo el cuerpo, y de que fluyan, de forma uniforme y
eficaz, por las partes externas del cuerpo.
Los pulmones tienen una gran influencia sobre la piel y las glándulas sudoriparas. Las enfermedades de la la piel evidencian un desequilibrio pulmonar.
Se asocia a los pulmones los sentimientos o emociones de dolor, tristeza, depresión.
EJERCICIOS CURATIVOS :
Ejercicio 1.
Visualización energía sanadora.
Busca
un lugar tranquilo y silencioso. Siéntate en postura de meditación, con
piernas cruzadas, o bien en un banquito de meditación, en una silla con
la espalda erguida, o de pie en postura wu chi (ver Aquí) Cierra los ojos y haz un ejercicio de relajación y de armonización de cuerpo y mente. Una vez sintonizada tu mente con tu cuerpo, entra en sintonía con la naturaleza, con el chi cósmico
1.-Centra tu atención en tus Pulmones.
Sonríeles,
internamente, y agradéceles las funciones que desarrollan en tu cuerpo,
animándolos a curarse (si estuvieran enfermos) y a seguir cumpliendo
con su cometido.
2.-Frota las palmas de las manos y colócalas sobre los pulmones.
a) Centra tu mente en la energía que sale de tus manos y se introduce en tus pulmones, durante unos tres minutos. (no estés pendiente del reloj, mejor cuenta unas doce respiraciones lentas, si te ayuda).
b)
Visualiza ahora, durante otros tres minutos, cómo tus pulmones captan
la energía curativa que viene, a través de tus manos, y cómo se van
regenerando, cargándose de chi, de energía vital.
3.-Visualiza
tus Pulmones sanos, potentes, oxigenando la sangre, controlando los
fluidos de tu cuerpo, enviando energía vital a tu piel, calmando tus
dolores, llenándote de vitalidad, alegría y entusiasmo por vivir.
Ejercicio 2. Sonido curativo
El
médico chino Sun Si Miao, en el siglo VII de nuestra era, expuso la
teoría de los 6 sonidos curativos. Cada uno de nuestros órganos vibra a
una determinada frecuencia, por lo que, emitiendo determinados sonidos,
podemos sanarlo, al equilibrar su energía ying yang, con la vibración
emitida.
El sonido, con cuya vibración sintonizan los Pulmones es Sssssssssssss... (Se emite con los dientes cerrados y retrayendo las comisuras de la boca).
Sentado en una silla, o de pie, en postura wu chi (ver Aquí),
con los brazos reposando sobre tu regazo, con las palmas de las manos
hacia arriba (si estás sentado), o con los brazos colgando, a ambos
lados del cuerpo (si estás de pie), relájate. Respira, reposadamente,
varias veces. Armoniza tu corazón y calma tu mente.
1.- Centra tu atención en tus Pulmones. Agradéceles las funciones que realizan para ti. Sonríeles, internamente.
2.- Al tiempo que inicias la inspiración, levanta tus manos, por delante de tu cuerpo,
con las palmas hacia arriba, y, a la altura de tus ojos, vuelve las
palmas hacia arriba, levantándolas hasta por encima de la cabeza, sin
estirar los codos del todo, y espira, al tiempo que emites el sonido Ssssssss...(Al expulsar el aire, expulsa también los sentimientos de tristeza, depresión, aflicción, asociados a tus Pulmones, y que tanto los dañan). Al terminar la espiración, baja los brazos a la posición inicial.
3.-
En esta posición de reposo, durante el tiempo aproximado de tres
respiraciones reposadas, sonríe, internamente, a tus pulmones, al
tiempo que los envuelves en una luz Blanca. Y envíale sentimientos de Alegría, Entusiasmo, Felicidad.
El sonido no es necesario que sea externo. Debe dirigirse hacia tus pulmones, para que reciban la vibración.
Cuando estés en un lugar en donde no puedas hacer el ejercicio con los brazos, (guardando turno para pagar en un comercio, con tu coche en un atasco o en una sala de espera, por ejemplo), haz el ejercicio, sin movimiento, emitiendo el sonido, de forma subvocal, para ti, para tus pulmones).
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