martes, 16 de octubre de 2012

LAS CREENCIAS EN LAS RELACIONES DE PAREJA

   
Las creencias están grabadas en el inconsciente y constituyen los cimientos de nuestra capacidad de atracción, porque programan el magnetismo personal. Si estamos convencidos de no atraer a la persona correcta  para nosotros, pues depositamos esa energía en nuestro magnetismo y atraemos parejas inadecuadas. Pero si  creemos lo  contrario, pues se hace realidad.

 Si no creemos en la posibilidad de atraer la pareja que deseamos, ¿Cómo podrá enviárnosla el  Universo? Naturalmente, esto significa saber lo que queremos. Una vez decididos nuestros deseos, debemos confiar en realizarlos. Obviamente no podemos obtener lo que consideramos  imposible, la duda rebaja la energía necesaria para  obtenerlo, ya que nos envía el mensaje de que realmente no estamos convencidos o de que lo que creemos no existe.

Hay que creer  que podemos conseguir la relación que deseamos; sin embargo, esto no significa que  tiene  que ser con la persona que hemos identificado como la pareja ideal si él o ella no es de la misma opinión, porque no podemos forzar a nadie. Estoy segura de que si esa persona no siente lo mismo por nosotros es que Dios lo ha querido así, y que existe otra mucho más compatible e ideal para nosotros. Personalmente me consta  que este punto es  difícil de aceptar cuando se está enamorado, pero no se puede forzar la  voluntad de otro ser humano. El libre albedrío es un don que  Dios nos  ha otorgado. Y pues también en ocasiones nos  ha tocado el que no podemos  corresponder al amor de alguien y en esos momentos tenemos  derecho a exigir que respete nuestra decisión.

Si no atraemos al tipo de persona que nos interesa, hay que examinar nuestras creencias sobre las relaciones con el sexo opuesto, siempre  recomiendo hacer una lista de las mismas en las que se describen las experiencias que se  vivieron y esto es importante porque solo conociendo nuestras ideas y comprendiendo cual es su origen podremos cambiarlas mediante el  agradecimiento, la reafirmación y las nuevas experiencias.

Pero no hay que olvidar el papel de los sentimientos en las  creencias. No basta  con creer, hay que sentir que somos  capaces de realizar lo que creemos, tener la convicción. Las dudas, los temores y los espejismos interfieren en la  corriente de energía que nos permite creer para  realizar nuestros deseos. Por el contrario la confianza nos da la seguridad de que nuestras convicciones interiores se harán realidad a pesar de los obstáculos.

Una parte importante de la manifestación de las  creencias consiste en estar convencidos de que merecemos la realización de nuestros deseos. Es bastante  común saber lo que se desea, pero creer que no se merece. Si  no merecemos los regalos del Universo, ¿Cómo lo vamos  a recibir? Es muy importante creer que nos pertenece por derecho propio los  regalos que Dios y el Universo entero nos tienen  preparado. Si dudamos en esto  se hace necesario  buscar los motivos, como única forma de curar las heridas que nos lo impide, y siempre que nos sintamos incapaces de hacerlo solos pues confiemos en que Dios ese  que vive dentro de nosotros nos acompaña en este proceso y si aun así  no podemos pues busquemos la ayuda de un profesional.

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