miércoles, 25 de julio de 2012

CURAR EL HIGADO.



Cuestiones previas: qué es nuesrro hígado, dónde está y qué funciones cumple. (Sólo para quienes lo necesiten. ¿Los menos ?)

Nuestro Hígado es una glándula de gran tamaño que pesa alrededor de kilo y medio. Realiza multitud de actividades ligadas, esencialmente, al metabolismo. Es como una gran plataforma desde la que se liberan sustancias básicas, para muy diversas funciones. Está situado debajo del diafragma, ocupa la parte más alta de la cavidad abdominal, en el hipocondrio derecho.
Sus funciones principales, en síntesis, son las siguientes:
  • Actividad circulatoria. Se encarga de filtrar la sangre procedente del intestino depurándola.
  • Actividad secretora y excretora. Se encarga de producir bilis, sustancia encargada de facilitar la digestión de las grasas en el intestino, entre otras muchas funciones.
  • Actividad metabólica. Participa en la metabolización de los carbohidratos, proteínas, lípidos, minerales y vitaminas. 
  • Actividad protectora y destoxificadora.
  • Actividad hematológica.
Desde el punto de vista de la medicina china, el Hígado, además de hacer de depósito de sangre y de regular la cantidad de sangre que está en circulación, en función de las demandas de la actividad física, tiene una función primordial que es controlar el flujo uniforme del Chi, evitando su estancamiento.
              Los ojos, los tendones y las uñas están relacionadas directamente con el Hígado.
              La Ira, las frustraciones, la cólera, son emociones relacionadas con el Hígado.
             El equilibrio de la circulación del Chi en el hígado se cosidera básico para el    mantenimiento de la salud.


EJERCICIOS CURATIVOS :

 Ejercicio 1. Envío de energía.


Busca un lugar tranquilo y silencioso. Siéntate en postura de meditación, con piernas cruzadas, o bien en un banquito de meditación, en una silla con la espalda erguida, o de pie en postura  wu chi (ver Aquí). Cierra los ojos y haz un ejercicio de relajación y de armonización de cuerpo y mente, con varias respiraciones conscientes. 
1.-Centra tu atención en tu hígado. Agradécele las funciones que realiza para ti. Sonríele internamente. Si está enfermo, háblale, como a un ser querido, y anímale para su curación.


 2.-Frota las palmas de las manos y colócalas sobre la zona del hígado (costado derecho de nuestro cuerpo, donde acaban las costillas). Imagina una corriente de energía que sale de tus manos y la introduces en este órgano, durante unos tres minutos. (no estés pendiente del reloj, cuenta unas doce respiraciones si te ayuda)

3.-Visualiza ahora, durante otros tres minutos, cómo el hígado capta la energía curativa que le envías y cómo se va regenerando. 
 
4.- Imagina un hígado sano, esponjoso, por el que circula la sangre y el chi, sin obstáculos.

Ejercicio 2. Masaje.


En postura de meditación, tumbado boca arriba, o sentado con la espalda recta,  o bién  de pie, en postura  wu chi (ver Aquí), entra en estado de relajación, haciendo tres respiraciones profundas.
 
1.-Centra tu atención en tu hígado. Sonríele internamente.
2.-Frota las palmas de las manos y colócalas, una sobre otra, con las palmas hacia abajo, sobre el hígado. Masajea en dirección diagonal, desde las costillas hacia el ombligo, suavemente, con una presión muy ligera, nueve veces, mínimo, o múltiplo de nueve.
4.- Visualiza un hígado sano, esponjoso, por el que circula la sangre y el chi, sin obstáculos.

Ejercicio 3.- Sonido curativo del Hígado

El médico chino Sun Si Miao, en le siglo VII de nuestra era, expuso la teoría de los 6 sonidos curativos. Cada uno de nuestros órganos vibra a una determinada frecuencia, por lo que, emitiendo determinados sonidos, podemos sanarlo, al equilibrar su energía ying yang, con la vibración emitida.
El sonido con cuya vibración sintoniza el hígado es sshhhhhh.....(se emite con la lengua pegada al paladar, es un sonido parecido a cuando queremos imponer silencio).


De pie, en postura  wu chi (ver Aquí) o sentado en una silla, preferentemente, con los brazos relajados colgando en los costados, relájate. Armoniza tu corazón y calma tu mente.


1.- Centra tu atención en tu hígado. Agradécele las funciones que realiza para ti. Sonríele internamente.
2.-Vacía el aire de tus pulmones y, al tiempo que inspiras, levanta los brazos, lateralmente, con las palmas hacia arriba hasta que se encuentren sobre tu cabeza, entrelaza los dedos y gira tus manos con las palmas hacia el cielo, estira los brazos inclinándote ligeramente hacia el lado izquierdo (así facilitas la expansión del hígado), al tiempo que miras hacia arriba, con los ojos muy abiertos, emitiendo, mientras espiras, el sonido sshhhhhh.... Al expulsar el aire expulsa también los sentimientos de ira, rabia, cólera, agresividad, asociados a tu hígado y que tanto lo dañan. Al terminar la espiración, baja los brazos a los costados.
3.- En esta posición de reposo, durante el tiempo aproximado de tres respiraciones, sonríele a tu hígado, internamente, al tiempo que lo envuelves en una luz verde brillante. Envíale sentimientos de amabilidad y tolerancia.


(El ejercicio se repite durante durante 3, 6 o 9 veces, con su correspondiente intervalo, si lo haces en plan preventivo. Si tu hígado está enfermo, debes hacerlo 9 veces, mínimo, mejor 36.
El sonido no es necesario que sea externo. Debe dirigirse hace el hígado, para que reciba la vibración.
Cuando estés en un lugar en donde no puedas hacer el ejercicio con los brazos, (guardando turno para pagar en un comercio, con tu coche en un atasco o en una sala de espera, por ejemplo), haz el ejercicio, sin movimiento, emitiendo  el sonido, de forma subvocal,  para ti, para tu hígado).

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