sábado, 9 de febrero de 2013

ACNE      


Conocernos ¿qué nos quiere decir el cuerpo con la enfermedad?

Este tipo de erupción aparece a menudo en la adolescencia. Las partes del cuerpo que suelen quedar afectadas son el rostro y en algunas ocasiones el escote, los hombros y la espalda.

La mayoría de las veces se manifiesta en el rostro. La cara es lo que nos enfrenta al mundo, aquella parte de cada persona que los demás ven primeramente, y a través de la cual es aceptada o rechazada.

El rostro representa nuestra identidad, la imagen que tenemos de nosotros mismos. El acné que le brota al adolescente manifiesta los problemas que éste tiene con su apariencia externa, es decir, con su imagen. Se trata de un conflicto de suciedad y desvalorización estética. Ataque contra el rostro = ataque contra mi imagen, mi identidad.

Indica que no acepta totalmente la imagen que ve, no le satisface, bien sea por considerarla fea o porque llama en exceso la atención. También pone de manifiesto su tendencia a compararse con los demás y a desvalorizarse; en definitiva, expresa la dificultad que tiene para amarse tal como es.

El acné también puede presentarse en aquellos adolescentes con escasa autoestima, que no saben amarse y que intentan ser o no ser, como otra persona para agradar a algún miembro familiar. El acné indica que está siendo criticado.

En la adolescencia aflora también en el ser humano un nuevo deseo que con fuerza trata de hacerse un lugar en la  conciencia: la sexualidad.

Este impulso nos plantea siempre un conflicto, por un lado nos atrae y por otro nos produce miedo.”Demuestro que tengo hormonas, que puedo tener relaciones sexuales.”

Este problema de una personalidad que aún no está formada, que duda sobre si misma, que le falta confianza y madurez y que le invade la timidez y el miedo al otro, a su juicio y a su mirada, se traduce en acné.

La piel del adolescente se inflama, se engrasa porque hay una nueva energía que quiere salir, pero él trata de impedirlo.

Por medio del acné tratamos de protegernos a nosotros mismos del mundo exterior, porque el acné ayuda a que no se nos acerquen y a que las cosas y las agresiones nos resbalen. Nos afeamos para elegir al otro. La vergüenza por la propia sexualidad se transforma en vergüenza por los granos.

El acné puede ser un modo de eludir el contacto con los demás, un contacto que, pese a la necesidad que sentimos de él, nos inspira temor.

En las chicas puede deberse a un conflicto de desvalorización de lo femenino (vulnerable, inferior) frente a lo masculino (decisión, éxito, seguridad), por un trauma sufrido con la madre.

Acné rosácea: El acné rosácea es un tipo de acné que tiene poco que ver con el acné común. El acné rosácea se caracteriza por la aparición de manchas rosadas en el rostro que pueden transformarse en forúnculos y granos.

A diferencia del acné común, el acné rosácea no suele darse en personas menores de 30 años. Aquellos que más padecen de acné rosácea son adultos, de tez bastante blanca y sobre todo mujeres que están alcanzando la edad de la menopausia.

“Debo eliminar (de mi imagen, si se trata del rostro) todo aquello que sea peligroso para mí (por ejemplo: la feminidad).”

Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual:
Ante el conflicto que se nos plantea en la adolescencia que no es otro que el de la apertura a los demás, primero debemos de eliminar las berreras y limitaciones que nos hemos impuesto. Lo más urgente es asumir que el miedo que le tenemos al tú, debemos afrontarlo conscientemente, es decir, necesitamos relacionarnos aún más con los demás. De nuestra relación saldremos muy beneficiados pues habremos avanzado hacia la confianza en nosotros mismos.

Por otra parte necesitamos aceptarnos tal y como somos.
No aceptar ni entablar competencias y cambiar la percepción que tenemos de nosotros mismos para poder expresar nuestra verdadera individualidad, aumentar la autoestima y reconocer nuestra propia belleza.

Debemos resolver el conflicto que se ha establecido entre el cuerpo (sexualidad) y la mente (miedos, suciedad, impureza), dándonos cuenta que la sexualidad es un factor importante para nuestro desarrollo como hombre y que debemos integrarla en nuestra vida como algo natural.

Necesitamos abrir la puerta al otro sexo y disfrutar de los contactos y juegos eróticos, en definitiva, de la sexualidad.

Conocernos ¿qué nos quiere decir el cuerpo con la enfermedad?

Extraido del libro Conocernos ¿qué nos quiere decir el cuerpo con la enfermedad?

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