MIGRAÑA.
Conflictos Emocionales que la Ocacionan
Una migraña es un dolor de cabeza pulsátil e intenso que habitualmente
afecta a un lado de la cabeza, aunque puede afectar a ambos. El dolor
empieza repentinamente y puede estar precedido o acompañado de síntomas visuales, neurológicos o gastrointestinales.
El afectado no quiere ver y no quiere digerir lo que le sucede en la
vida. Son angustias, frustración frente a una situación en la cual se
siente incapaz de tomar una decisión.
“No tomar decisiones”.
Conflicto de impotencia, de verse desarmado ante un problema o un
peligro: hay que ser más eficaz, hay que argumentar las capacidades
intelectuales propias, encontrar una solución.
“Incapacidad de
cumplir lo que se le ha pedido o aquello que tiene que realizar”.
“Objetivo por alcanzar que le parece inaccesible”.
“No saber cuál actitud o cuál solución adoptar”.
Se trata de personas cerebrales, exigentes, perfeccionistas,
apasionadas, que asumen muchas responsabilidades y no saben frenarse,
aceptan mal sus límites, con tendencia a querer controlar y a buscar
siempre una solución mental a todo: “Debo hallar una solución con mi
pensamiento”, pero nunca se conforman con la solución adoptada,
continúan dándole vueltas y vueltas en la cabeza y no emprenden
acciones.
La migraña también puede afectar a aquellas personas
que continuamente se sienten obligadas a superarse, sin tener en cuenta
sus limitaciones ni sus necesidades reales.
Puede tratarse de
individuos, que desde hace mucho tiempo, se han sentido sometidos a
restricciones, impedimentos, obligaciones, en el ámbito afectivo o
familiar.
Esta persona no se concede el derecho de ser lo que
quiere, de seguir la dirección deseada. Duda de sí misma y cree que “no
puede”, por eso vive apegada a alguien, aunque siente miedo de ser
manejada y manipulada.
La migraña aparece cuando se siente
culpable por haber cuestionado a aquellos que tienen influencia sobre
ella, cuando siente terror a que se descubra que ha hecho algo mal. Es
decir, viven con una inquietud constante por no decepcionar.
Para contrarrestar se esfuerzan trabajando durante más tiempo y más duro que los demás y así conseguir la aprobación.
También puede manifestarse en aquellas personas que tienen dificultades
en su vida sexual, tales como la represión desde la infancia, miedo o
rechazo y que ahora vuelve a la superficie.
Es como una lucha,
que se desenvuelve entre los pensamientos y la sexualidad, que le sube a
la cabeza y que tienen la sensación de que ésta les va a explotar.
Migrañas de fin de semana: El resentir es, “No tengo derecho a la felicidad”.
Migrañas premenstruales: Conflicto de desvalorización. “Tengo miedo a
quedarme embarazada”. “No me siento a la altura”. “Necesito ser muy
eficaz en lo que hago”.
Recomendaciones para recuperar la salud física, emocional y espiritual:
¿Me siento a la altura o tengo la sensación de ser incompetente, sobre todo en el plano intelectual?
Debo cambiar cosas y debo ser capaz de cambiarlas, es decir de pasar a la acción.
Debo reconocer mis propias necesidades: ¿qué es lo que quiero ser? Y ponerme en acción para manifestarlo.
Necesito tomar conciencia y dejar de creer que dependiendo de los
otros, me van a querer más. He de aprender a aceptarme tal como soy en
este momento y necesito reconciliarme con mi sexualidad y vivirla en su
sitio.
Extraído de mi libro CONOCERNOS ¿qué nos quiere decir el cuerpo con la enfermedad?
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