10 RAZONES POR LAS CUALES EN EL 2013 DEJARAS TU TRABAJO.
El 2013 podría ser el año en el que escapas de la Matrix y te
atreves a manifestar tu propia visión –los estados de la economía y la
tecnología favorecen a aquellos que abren brecha y se siguen a sí
mismos, señala James Altucher. Innovación, creatividad y la subestimada
habilidad de desaparecer están a la alza.
Imagen vía Dead Ink Books
“Get out of your apartment. Meet a member of the opposite sex. Stop the excessive shopping and masturbation. Quit your job. Start a fight. Prove you’re alive. If you don’t claim your humanity you will become a statistic. You have been warned…Tyler”
El modelo de sociorealidad actual nos
indica que la felicidad existe solamente dentro de un marco –como el
espacio cuadrado en el que ponemos la foto de la familia sonriente–, que
generalmente incluye, dinero, trabajo, pareja, familia, objetos de
consumo y salud.
Todas estas ligadas y en algunos casos obedeciendo a
valores casi universales o “eternos” — eternos desde la limitada
perspectiva del ser humano como ente social. Sin embargo, no se necesita
ser muy inteligente para saber que este modelo no es necesariamente una
fórmula para conseguir la felicidad –pero solo una persona inteligente
que ha sabido asimilar sus experiencias podrá descubrir que sin tener
dinero, familia o pareja o incluso con una enfermedad es posible
alcanzar cierta felicidad y disfrutar de la vida, en algunos casos con
un mayor valor, con una mayor apreciación, precisamente porque se libera
de los paradigmas y de la rigidez y se convierte en pionero (algo
básicamente igual a ser uno mismo en un lugar donde pocos lo son).
Esto
no es un llamado a volcarse en contra de la normalidad e internarse en
la maleza metafísica de la individualidad recalcitrante. Es una
invitación a reflexionar y para ello, para ver las cosas desde un lugar
más fresco y revelador, es necesario a veces poner las cosas de cabeza,
derribar el castillo de naipes o subvertir el orden establecido.
Enfoquémonos en el caso del trabajo, siguiendo a James Altucher, quien escribe para Techcrunch “10 razones por las cuales en el 2013 dejarás tu trabajo“.
Altucher argumenta a favor de la libertad (el free-lance y el tiempo
libre) y la creatividad vs. la cultura corporativa y el mito del sueño
americano –lo hace desde una trinchera efectista, donde en ocasiones los
giros de estilo cubren huecos integrales, pero lo que quiere es
provocar, y lo logra. Escribiendo para un sitio de tecnología, que
participa hasta cierto punto (y con merecimiento) en la prosperidad y la
positividad, Altucher es optimista (optimista como debe de ser un
doctor, una maestra de yoga, o un entrepreneur) y, mientras narra la
caída del mito corporativo, abre puertas para los intrépidos.
La visión de Altucher sostiene que la
economía esta en un gran momento en lo que se refiere a priorizar la
innovación. La innovación requiere de imaginación y de un estado de
libertad mental que difícilmente se encuentra en una anquilosada
estructura corporativa –donde se fantasea con recibir un aumento de
sueldo y seguir escalando la babélica escalera del control de mando.
La
advertencia es radical, persuasiva –es necesario “rendirse a una idea de
que quieres crear algo de valor para otros seres humanos”– e inminente:
te tienes que mover en este momento y salir de la oficina o tu vida
pronto se topará con un oprimente techo al borde de desmoronarse.
Un
nuevo sueño americano, con la variación de que ahora es persigue una
idea (sueña) y salte del esquema, brinca por fuera de la caja para
realizarla –suena bien aunque, como todo, puede ser otra gran ilusión,
pero, como sugiere aquel disco de Guns & Roses, en este mundo por
naturaleza espectral, no nos queda mucho más que (saber) usar nuestra
ilusión.
1. La clase media está muerta – Altucher
dice que recientemente visitó a un amigo suyo que dirige una
corporación con un valor de miles de millones de dólares. Desde su
perspectiva se delineaba un piso vacío, las iteradas filas de cubículos
habían desaparecido –o sólo había algunos escritorios. “La clase media
está siendo vaciada[...] todo se outsourcea o la tecnología ha
tomado el papel de los acomodadores de papeles”, le dijo su amigo. “Ese
es el nuevo paradigma. La clase media ha muerto. El Sueño Americano
nunca existió. Fue un engaño del marketing”. Por ejemplo Fannie Mac, el
gigante de las hipotecas que quebró –en la inercia inicial una crisis
global– tenía como slogan: “Realizamos el Sueño Americano”.
La propuesta de Altucher sugiere
implícitamente que existe la posibilidad, más que nunca, de entrar a la
clase alta, de manejar el excedente, de que la tecnología haga el
trabajo sucio (ya no de la clase baja y físico, ahora mental) y que nos
disparemos a las dimensiones superiores de la prosperidad –esto es
evidentemente una visión limitada a países com Estados Unidos (¿cómo
sostener este argumento en Sri Lanka o en El Salvador?). De cualquier
forma entendemos que escribe primero para Estados Unidos y es un modelo
que luego puede adaptarse. Aunque el sueño liberador del tecne permanece
tan lejano como la sonrisa amorosa de un robot, existe ciertamente una
posibilidad, justamente para aquellos que tienen audacia y creatividad
de hackear este estado de las cosas a su favor.
2) Te han reemplazado — El
argumento aquí extiende el primer punto. “La mayoría de los trabajos
que existían hace 20 años no se necesitan ahora. Nunca se necesitaron.
La primera década de este siglo fue pasada por CEOs en sus clubs de Park
Avenue llorando a través de sus cigarros, ‘cómo vamos a despedir a todo
este peso muerto’ El 2008 [la crisis financiera] finalmente les dio la
oportunidad”. Los robots, el crowdsourcing, el outsourcing y las
compañías de staff temporal (algunas ganando cientos de millones al año)
apuntan a que todos van a ser despedidos.
3) Las corporaciones no te quieren – Habrá
personas para las que esto aún no resulta obvio. Pero la mayoría de las
corporaciones quieren que te estanques, que les entregues tu vida, que
no crezcas mucho (ya que esto amenaza su estructura) y que no sepas que
están extrayendo tu élan vital y haciendo millones de dólares con él.
Básicamente así funciona, cualquier aproximación a un salto evolutivo
personal (ya sea en materia profesional o en tu vida privada) es
rechazado po la engranaje corporativo –tu jefe está ahí como el cadenero
de la puerta.
4) El dinero no es la felicidad — Aunque
esto también debería de ser un tanto obvio, hay que matizar. La típica
pregunta es “¿Debo tomar el trabajo que me pague más o el trabajo que me
gusta?” (y quizás la verdadera pregunta, como Altucher dice, es
“¿Debería de trabajar o no?”). La ciencia respalda la idea de que un
incremento en el salario no incrementa la felicidad (especialmente
después de cierto nivel básico).
Generalmente esto ocurre porque la
gente se gasta lo que gana y genera nuevas preocupaciones –y claro
después uno descubre que el amor que genera tener un BMW no es muy
duradero que digamos. La felicidad en cambio estás más ligada al tiempo
libre, a las experiencias (y no a las posesiones), a la creatividad
(crear valor), algo a lo que generalmente trabajar bajo un estricto
horario cumpliendo con cosas que te pide tu jefe difícilmente
contribuye. Así que desaparece por el vórtice que se encuentra en tu
cubículo:
5) Cuenta ahora cuántas personas pueden tomar una desición que puede arruinar tu vida — Esto
parece ser un consejo básico general. Definitivamente si estás en una
posición en la que la decisión de alguien puede estremecer tu vida al
punto de colapsar, no estás bien parado. Esto no significa que no seas o
debas ser vulnerable –si una persona cercana se suicida seguramente
podría afectar gravemente tu existencia y no por eso no debes de
acercarte.
El sentido de la frase apunta a que por más que formes
relaciones íntimas en las que puedas arrojarte, buscando crear (mundos o
momentos) y entregando algo importante de ti, es vital que construyas
primero una base sólida en ti mismo ( y luego podrás ser tu propio Barón
de Munchausen en las arenas movedizas) y seas independiente.
La
felicidad –o aquella profundidad de bienestar, de dicha ontológica–
apela a no ser susceptible a las contingencias: puesto que descansa en
el ser (no en el tener). ¿Qué o quién puede quitarte lo que eres?
Solamente la muerte, y eso es debatible.
Esto aplicado a tu trabajo de una manera
menos metafísica: si hay alguien en posición de frenar tu desarrollo
profesional, de impedir que escribas, diseñes, construyas, plantes,
compongas o programes lo que quieres, quizás debas intentar encontrar un
nuevo arreglo para que no te limiten. Lo que está en juego es más
importante que un cheque: estás poniendo en juego tu automanifestación.
Y si bien en ocasiones hay que tomar decisiones prácticas que requieren
“tragar tierra”, no dejes de tener esto en cuenta.
6) ¿Tu trabajo satisface tus necesidades? — Con
necesidades Altucher se refiere a necesidades emocionales, espirituales
y mentales. Para mantener un trabajo merecidamente debe de proveer
tiempo para que puedas divertirte, hacer tus propios proyectos y pases
tiempo de calidad con amigos. Nadie, no lo dudes, nació para redactar
memos inanes, contestar el teléfono o poner papel en una máquina de
copias.
El mundo es misterioso y diverso –es posible que entre sus
enigmáticas veredas te toque en algún momento realizar algun papel
similar, pero no te arredres, diseña desde este momento tu gran plan de
desaparición. El sacrificio tiene un sentido, siempre y cuando sea
sagrado, que tus actos tengan la conciencia de que están liberando una
energía o cumpliendo una función para lograr una intención –de otra
forma eres simplemente un autómata.
7) Tu plan de retiro es un desastre –La
ecuación básica: la inflación horada tus ahorros y para que puedas
cosechar un plan de retiro decente debes de vivir mucho tiempo haciendo
cosas que no quieres por lo cual apostarle al retiro es como apostarle a
que lo mejor vendrá en la senectud. Y esto no es nada en contra de los
adultos mayores, sino a favor de no postergar la vida. Apuéstate a ti
mismo, de esta forma tal vez sea imposible que pierdas.
Excusas — Conectando
con la anterior, usamos comúnmente excusas para mantenernos en una
situación que en el fondo no nos gusta o satisface. Del tipo “necesito
un seguro”, “no soy suficientemente creativo”, “tengo que pensar en mis
hijos”, “me quedáre aquí unos años y luego ya podré…”. Altucher narra la
historia de que una vez se le acercó una bella mujer en una fiesta
casualmente saludándolo. Él no la reconoció hasta que después
platicando supo que era una ex-colega que había dejado su trabajo y se
dedicaba ahora a la consultoría por su propia cuenta –se veía 30 años
más joven (la consultoría suena como una fantasía onanista para el
oficinista promedio).
Otro ejemplo: en la película de George
Lucas THX-1138 todos viven subterráneamente, porque se dice que arriba
todo está contaminado de radiación. Pero el protagonista, THX-1138,
decide subir y descubre que arriba yace un mundo esplendoroso donde
todos lo reciben con los brazos abiertos. Tal vez si sales del lugar en
el que estás puedas descubrir algo similar: el sol siempre está detrás
de la pared (y la pared a veces sólo esta hecha de cartón).
9) Está bien tomar pasos de bebé – Esto
es, no tiene que renunciar hoy, pero debes de prepararte. De la misma
forma que un corredor se prepara ejercitándose todos los días y comiendo
saludablemente para un maratón, tu debes de prepararte para cumplir con
tu carrera, sea la que sea. La pequeña épica de la vida se resuelve en
el día a día, con decisiones y sus consecusiones. Dice el Tao: “Un viaje
de mil leguas empieza con un solo paso”. Puede sonar como paja
metafísica autosuperacional pero es irrefutable (además de que si algo
se acerca a lo que concebimos como eterno en nuestra cultura, eso debe
de ser el Tao). Al tiempo que uno de los grandes obstáculos para
realizar algo –una hazaña o un pastel de zanahoria– es simplemente
atreverse a iniciar.
10) La abundancia nunca llegará de tu trabajo – Al
igual que la felicidad no está en la posesión, para Altucher, la
abundancia no está en la cantidad. La abundancia está en la fluidez, en
la fertilidad: “Sólo salirte de la prisión que te impone tu fábrica te
permitirá lograr la abundancia [...] La abundancia sólo llega cuando te
mueves a lo largo de tu propia temática. Cuando estás verdaderamente
enriqueciendo la vida alrededor de ti”. La abundancia parece ser más un
estado mental, una especie de mananatial que te sigue y envuelve a tu
entorno. Tu obra maestra, tu verdadero trabajo, es tu propia vida.
Por último, existe una frase popular que
dice, “la salud es movimiento” (y según William Blake: “Aquel que tiene
deseos, pero no actúa, engendra pestilencia”…) Así que
cualquier pretexto es bueno para entrar en movimiento, para no permitir
que tus deseos te paralicen–y en su inacción se somaticen. Y a fin de
cuentas dejar tu trabajo es sólo una metáfora de dejar atrás el pasado.
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