HACIA UNA NUEVA GEOMETRÍA DEL CONOCIMIENTO: LAS ESCUELAS COMO UNIVERSIDADES
Nuestro sistema educativo hace que los
creadores de nuevo conocimiento se focalicen en unos determinados
puntos: las universidades y las empresas privadas. Esta situación da
lugar a una geometría piramidal. Unos cuantos están capacitados para
descubrir y otros se “benefician”, vemos que la creatividad focalizada
termina estableciendo clases similares a las económicas.
Sólo algunas personas han logrado mantener viva su creatividad... por ello las admiramos, sin darnos cuenta que nosotros nacimos también con ella |
Esta situación es fruto del fenómeno que tan bien ha descrito Ken Robinson:
“las escuelas matan la creatividad”. Hemos sido educados para beber el
conocimiento de otros, dando lugar a una especie de “embriaguez” que
nos hace olvidar que también nosotros nacimos creativos. Para sellar
esto hay una frase muy en boga en esta época de crisis económica y
repetida hasta la saciedad: “esto es lo que hay”. Cada vez que se
pronuncia es como si un martillo golpease sobre la persona hundiéndola
un poco más en la seca madera de su victimismo. Tenemos, pues, una
geometría de dependencia.
Esta forma es precisamente la que impide que
podamos tener una democracia de mayor nivel: hay igualdad de derechos,
pero al mismo tiempo hay personas con mayores recursos creativos que
otras.
El motor para cambiar esta
geometría es la educación. Para ello es necesario que los padres y los
maestros nos reeduquemos y, así, consigamos recuperar nuestra
creatividad. Con educadores creativos lograremos no matar la creatividad
de nuestros niños y adolescentes. La geometría iría moviéndose de la
pirámide a la red. Una red que permitiría que todos fuésemos a la vez
creadores de conocimiento y trasmisores del mismo-tenemos ya un ejemplo
en la técnica de funcionamiento de Internet. Yo resumiría esta idea en
la frase: todos fuentes de creatividad y todos comunicadores en red.
Una geometría en red permite que todos podamos brillar, que todos aportemos la luz de nuestra creatividad |
Las posibilidades de esta
geometría permitirían un increíble nuevo territorio para la humanidad.
Cada persona sería un científico en potencia que podría comunicar sus
hallazgos y experiencias al resto de la humanidad a través de Internet. Los colegios serían no sólo centros de enseñanza, sino también de investigación y conocimiento, ¡auténticas universidades!
De esta manera pasaríamos de explicar ciencia que otros han creado a
despertar, mediante la práctica, el espíritu científico en nuestras
escuelas.
Todo esto puede parecer utópico, pero no lo es tanto cuando
somos plenamente conscientes de que cualquier verdadero avance está
fundamentado en la creatividad. Si en el sistema educativo todo el mundo
despliega esa creatividad, alumnos, maestros y padres, no habrá límites
a lo que se pueda conseguir.
Llevamos
tantos milenios con la geometría piramidal que nos parece imposible
imaginar otra. Pero la verdad es que cada vez hay más grupos de personas
que viven en red su creatividad y la comparten. Mientras en los medios
de comunicación masivos los “expertos” niegan que hayan posibilidades
distintas a las ya establecidas, en cada vez más lugares del mundo, en
pequeñas comunidades, se están ya probando y disfrutando nuevos modelos
sociales y tecnologías a años luz de las que vemos en la televisión.
Como muestra de este nuevo mundo en marcha os invito a ver la magnífica
intervención de Gunter Pauli en el Congreso “Educación para la vida” celebrado
en Mallorca.
Si te ha sabido a poco puedes encontrar más información sobre el trabajo de Gunter en el siguiente link:
¿Qué pensaríais si os dijese
que hay un arquitecto que lleva ya mucho tiempo diseñando edificios que
se comportan como árboles…? Seguro que muchos “expertos” de los que
salen en algunos coloquios televisivos y radiofónicos os dirían que esto
es imposible. La realidad alcanzada siendo fieles a nuestros sueños no
tiene límites, comprobarlo vosotros mismos:
El fundamento científico para este gran cambio se encuentra en los
Nuevos Paradigmas Científicos, que trascendiendo las corrientes
mecanicistas y materialistas ponen como centro la conciencia. El cambio
de paradigma implica una mirada holística del ser humano y del propio
universo. Desde la perspectiva de la conciencia, todos estamos
conectados, más allá de lo que nuestras mentes programadas ven, es más,
todos estamos conectados con la conciencia creadora del propio universo.
Es como si nuestra mente fuese un ordenador, que los nuevos paradigmas permiten conectar a la “red”.
Desde esa conexión todos podemos bajar información, para que ésta tenga
sentido en nuestras vidas y en la propia humanidad, necesitamos la
conexión más importante: la de sentirnos unidos a nuestro corazón y
nutridos por él. Esta unión nos asegura que el uso de la información se
hace desde la sabiduría, garantizando que nuestras creaciones irán a
favor de nuestra felicidad.
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