domingo, 27 de enero de 2013

HACIA UNA NUEVA GEOMETRÍA DEL CONOCIMIENTO: LAS ESCUELAS COMO UNIVERSIDADES

    Nuestro sistema educativo hace que los creadores de nuevo conocimiento se focalicen en unos determinados puntos: las universidades y las empresas privadas. Esta situación da lugar a una geometría piramidal. Unos cuantos están capacitados para descubrir y otros se “benefician”, vemos que la creatividad focalizada termina estableciendo clases similares a las económicas. 
 
Sólo algunas personas han logrado
mantener viva su creatividad... por
ello las admiramos, sin darnos cuenta
que nosotros nacimos también con ella
  Esta situación es fruto del fenómeno que tan bien ha descrito Ken Robinson: “las escuelas matan la creatividad”. Hemos sido educados para beber el conocimiento de otros, dando lugar a una especie de “embriaguez”  que nos hace olvidar que también nosotros nacimos creativos. Para sellar esto hay una frase muy en boga en esta época de crisis económica y repetida hasta la saciedad: “esto es lo que hay”. Cada vez que se pronuncia es como si un martillo golpease sobre la persona hundiéndola un poco más en la seca madera de su victimismo. Tenemos, pues, una geometría de dependencia. 
 
Esta forma es precisamente la que impide que podamos tener una democracia de mayor nivel: hay igualdad de derechos, pero al mismo tiempo hay personas con mayores recursos creativos que otras.
 
El motor para cambiar esta geometría es la educación. Para ello es necesario que los padres y los maestros nos reeduquemos y, así, consigamos recuperar nuestra creatividad. Con educadores creativos lograremos no matar la creatividad de nuestros niños y adolescentes. La geometría iría moviéndose de la pirámide a la red. Una red que permitiría que todos fuésemos a la vez creadores de conocimiento y trasmisores del mismo-tenemos ya un ejemplo en la técnica de funcionamiento de Internet. Yo resumiría esta idea en la frase: todos fuentes de creatividad y todos comunicadores en red.
Una geometría en red permite que todos
podamos brillar, que todos aportemos
la luz de nuestra creatividad
    
Las posibilidades de esta geometría permitirían un increíble nuevo territorio para la humanidad. Cada persona sería un científico en potencia que podría comunicar sus hallazgos y experiencias al resto de la humanidad a través de Internet. Los colegios serían no sólo centros de enseñanza, sino también de investigación y conocimiento, ¡auténticas universidades! De esta manera pasaríamos de explicar ciencia que otros han creado a despertar, mediante la práctica, el espíritu científico en nuestras escuelas.
 
Todo esto puede parecer utópico, pero no lo es tanto cuando somos plenamente conscientes de que cualquier verdadero avance está fundamentado en la creatividad. Si en el sistema educativo todo el mundo despliega esa creatividad, alumnos, maestros y padres, no habrá límites a lo que se pueda conseguir.
 
    Llevamos tantos milenios con la geometría piramidal que nos parece imposible imaginar otra. Pero la verdad es que cada vez hay más grupos de personas que viven en red su creatividad y la comparten. Mientras en los medios de comunicación masivos los “expertos” niegan que hayan posibilidades distintas a las ya establecidas, en cada vez más lugares del mundo, en pequeñas comunidades, se están ya probando y disfrutando nuevos modelos sociales y tecnologías a años luz de las que vemos en la televisión. 
 
Como muestra de este nuevo mundo en marcha os invito a ver la magnífica intervención de Gunter Pauli en el Congreso “Educación para la vida” celebrado en Mallorca.

 Si  te ha sabido a poco puedes encontrar más información sobre el trabajo de Gunter en el siguiente link:

            ¿Qué pensaríais si os dijese que hay un arquitecto que lleva ya mucho tiempo diseñando edificios que se comportan como árboles…? Seguro que muchos “expertos” de los que salen en algunos coloquios televisivos y radiofónicos os dirían que esto es imposible. La realidad alcanzada siendo fieles a nuestros sueños no tiene límites, comprobarlo vosotros mismos:
Los Nuevos Paradigmas traen creencias
científicas que permiten la conexión con
 la conciencia creadora del universo.
 Desde esta mirada, todos podemos ser
científicos porque todos tenemos a nuestra
 disposición un laboratorios si límites:
nuestro propio acceso a la  conciencia
     
El fundamento científico para este gran cambio se encuentra en los Nuevos Paradigmas Científicos, que trascendiendo las corrientes mecanicistas y materialistas ponen como centro la conciencia. El cambio de paradigma implica una mirada holística del ser humano y del propio universo. Desde la perspectiva de la conciencia, todos estamos conectados, más allá de lo que nuestras mentes programadas ven, es más, todos estamos conectados con la conciencia creadora del propio universo. Es como si nuestra mente fuese un ordenador, que los nuevos paradigmas permiten conectar a la “red”. Desde esa conexión todos podemos bajar información, para que ésta tenga sentido en nuestras vidas y en la propia humanidad, necesitamos la conexión más importante: la de sentirnos unidos a nuestro corazón y nutridos por él. Esta unión nos asegura que el uso de la información se hace desde la sabiduría, garantizando que nuestras creaciones irán a favor de nuestra felicidad.

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