lunes, 10 de diciembre de 2012

1-EL GRAN CICLO CÓSMICO


Vivimos una época extraordinaria:
Llegamos a la mitad del Gran Ciclo Cósmico.

Experimentamos un momento de gran trascendencia. La oportunidad para generar un orden mas armónico sobre la Tierra. Los Sacerdotes sobrevivientes de la desaparecida civilización Atlante, lo sabían.

Tallaron inmediatamente después del Diluvio, la Esfinge en Egipto para llamar nuestra atención, para hacernos pensar en el enigma de su forma y localización. Querían que descifráramos sus claves y obtuviéramos acceso a una antiquísima información de sabiduría, sobre la existencia de un cíclico cósmico, de un orden superior que determina nuestra vida. Un ciclo sobre el que también dejaron información en el Zodiaco. Fue uno de sus muchos legados a la organización de sacerdotes egipcios, que ellos estructuraron. Su información permitió que la cultura egipcia naciera madura, sin infancia, que emergiera súbita y misteriosamente, con una escritura hieroglífica coherente, con fundamentos filosóficos, astronómicos y matemáticos, que no tuvieron un desarrollo previo. Ese conocimiento del Gran Ciclo anterior nunca fue superado en todo el desarrollo posterior de su civilización.

El Gran Ciclo Cósmico tiene un intervalo de 26.000 años, durante el cual las 12 constelaciones de estrellas zodiacales se desplazan frente al horizonte terrestre. Simultaneamente el eje de la tierra va alternando su orientación hacia las 6 constelaciones circumpolares, la situadas sobre el Polo Norte de la Tierra. Esos movimientos determinan los períodos en que recibimos la energía de las estrellas, de los planetas y también unos pulsos periódicos del centro de la galaxia. Ese gran intervalo anida en su interior muchos ciclos menores que organizan nuestra vida como el ciclo del año solar que ordena las 4 estaciones climáticas y el ciclo de rotación de la Tierra que crea los intervalos de luz y de oscuridad de cada día. La trascendencia de los zodíacos, maya y egipcio sera explicada en un capítulo posterior.

Los Atlantes y los Egipcios creían en la reencarnación. El Zodíaco comunica que tipo de influencia ejerce la energía de las estrellas en la secuencia de reencarnaciones de los hombres, sobre los atributos de su personalidad en el momento del nacimiento. Establece un recorrido que el hombre debe experimentar en muchas vidas para recibir las energías de todas esas estrellas. De esa manera completa una serie de experiencias que garantizan el proceso evolutivo de su consciencia. Lo plasmaron en una gráfica con 12 símbolos que representan 12 distintas experiencias de aprendizaje, 12 distintos estados de ser.

Los Olmecas, la ¨cultura Madre¨ de los Mayas,
también nos dejaron información sobre el Gran Ciclo.

Los Olmecas decidieron marcar un período corto pero intenso que sucede en el punto medio del Gran Ciclo por la vasta capacidad de transformación que tiene. Para avisarnos de eso hace miles de años iniciaron una cuenta regresiva que termina en los tiempos que vivimos. Buscaban que en estos momentos tomáramos decisiones con serenidad y sabiduría, para encausar positivamente los grandes cambios que vivimos y los que se avecinan.

Los Mayas fueron los que verificaron la existencia del Gran Ciclo Cósmico.

Sin embargo fueron los Mayas los que diseñaron los más exactos calendarios de todos los tiempos con la información que obtuvieron al verificar su existencia. También nos dejaron inscripciones con los principales eventos de su historia en cientos de Estelas (piedras talladas), en la notación de la cuenta regresiva del calendario que llamaron la ¨Cuenta Larga¨. La piedra mantuvo la memoria de su pueblo y las comprensiones que obtuvieron sobre el universo, permitiendo que su información llegara hasta nosotros. Los Mayas elaboraron sus profecías a partir del conocimiento de los ciclos. Confirmaron que la realidad es cíclica, que los eventos que inducen se repiten. Cada intervalo es único y especial, tiene algunas diferencias que lo distinguen, pero todos conservan una esencia común. Los ciclos ordenan las transformaciones dinámicas que se suceden instante tras instante en el universo para darle una secuencia lógica a nuestra vida. Permiten que nuestra mente se acomode al cambio constante y espere sin angustia el futuro inmediato. Esa regularidad también evita la aparición de situaciones bizarras y de transformaciones ilógicas y súbitas, como las que ocurren en los sueños ordinarios. Con ese conocimiento solo necesitaban saber cuándo comenzó y cuándo terminó un ciclo, qué características manifestó y qué resultado produjo, para de ahí en adelante predecir cuándo volvería a repetirse y que tipo de eventos se podía esperar que sucedieran. Ésto es lo que fundamenta sus predicciones científicas, su visión de eventos y situaciones que tienen gran probabilidad de manifestarse durante los 20 años del intervalo de transición del Gran Ciclo que, de acuerdo a su información, terminan en el año 2012 y sobre todo de la aparición de un nuevo orden en la primavera del año 2013.

Llegó "El Tiempo del No-Tiempo"

Los Mayas visualizaron esta época como un ¨Momento Evolutivo¨, un intervalo muy corto comparado con el Gran Ciclo donde se anida, pero muy potente, porque genera efectos rápidos, cambios profundos e intensos en la naturaleza y en el hombre.

Lo llamaron ¨El Tiempo del No-Tiempo¨, porque es este un período en el que nuestra civilización finaliza 13.000 años de gestación y de adquisición de comprensiones de una manera difícil, a tientas, en la oscuridad. Es una fase corta pero tremendamente intensa en la que determinaremos como serán los siguientes 13.000 años del Gran Ciclo. Es entonces, como un día Galáctico, el cual tiene 13.000 años de oscuridad y 13.000 años de luz, separados por un corto momento de vasta transformación, sería como el amanecer, que es también cuando más oscura es la noche. Un momento en el que cambian las condiciones y el orden imperante sobre la Tierra.

El mundo no se va a acabar, estamos en la mitad del gran ciclo cósmico de 26.000 años que la ciencia llama la "Precesión de los equinoccios"

Los desplazamientos de las estrellas y del eje de la Tierra siempre se han medido el 21 de Marzo, día del Equinoccio de Primavera porque la posición de la Tierra con relación al Sol y a las estrellas facilita la medición y el registro de la bóveda celeste, como veremos más adelante. Se le llama Equinoccio porque ese día el intervalo de oscuridad y el intervalo de luz son exactamente iguales. Los antiguos creían que la neutralidad predomina, que el bien y el mal están en equilibrio. La ciencia estima que esos movimientos tardan 25.625 años solares de 365,2422 días o sea que duran 9.359.331 días. Los Mayas a los que les gustaban las cifras enteras, elegantes, que facilitan las cuentas, los estimaron en 26.000 años mayas de 360 días, o sea que duran 9.360.000 días. Una diferencia de solo 669 días entre la estimación Maya y la de la ciencia actual en un período tan largo no justifica complicarse con tantos números, de modo que haremos como ellos para facilitarnos las cuentas y para recordar bien las cifras, diremos que el Gran Ciclo tiene 26.000 años.

El Gran Ciclo determina los intervalos
en que el centro de la galaxia irradia pulsos de energía.

Los pulsos periódicos de alta energía, aceleran la actividad del sol que irradia mas energía hacia el sistema solar, lo que provoca grandes cambios sobre la tierra.

El pulso del corazón de la Galaxia es muy intenso cada 26.000 años, momento en el cual finaliza un Gran Ciclo y comienza uno nuevo. Ésto provoca cataclismos que han destruído al menos 4 veces la civilización sobre la tierra, como sucedió hace 13.000 años cuando tuvo lugar el llamado Diluvio Universal, que destruyó a la civilización Atlante, momento en que comenzó nuestro actual Gran Ciclo. Ese hecho que finalizó el largo período de glaciación sobre la Tierra, esta verificado por la ciencia actual, como veremos más adelante. Exactamente en la mitad entre esos pulsos intensos, el Centro de la Galaxia irradia un pulso de menor potencia, que también estimulan al Sol a irradiar mas energía hacia la Tierra. Ese pulso menor no provoca cataclismos sino transformaciones en la naturaleza como sucedió en los Ciclos Solares 22 y 23. El último terminó en el año 2006, que han sido de los que más Manchas Solares y Tormentas Magnéticas han tenido en 253 años que llevamos registrando su actividad. Todo ésto está generando cambios en el Sistema Solar y en el clima de la Tierra, que examinaremos detalladamente.

El gran ciclo ajusta la realidad a un orden sagrado que garantiza
la evolución de la consciencia de la humanidad.

Forma parte de un Plan supremo establecido por Hun’ab K’uh, la extraordinaria mente del universo que permanece en la neutralidad como observador imparcial de nuestras creaciones y experiencias.

Olmecas y Mayas vieron al universo como un extraordinario organismo del que todos formamos parte y pensaron que su corazón palpita en el centro de la galaxia. Lo llamaron Hun'ab K'uh. (Hun significa primero, 'ab significa estado o manifestación y K’uh significa Dios. La primera manifestación física de Dios).

El universo es una escuela para los hijos de dios.

Aprendemos a través de eventos y experiencias que vivimos en carne propia, para comprender y tener certeza de lo que es verdad: La neutralidad, la armonía, el respeto, la tolerancia, la incondicionalidad Y la serenidad, son las características y cualidades del Amor, que es su esencia.

Sus estudios, nos indican que el corazón de Hun'ab K'uh palpita regularmente, para sincronizar y mantener la cohesión de las entidades a distintas escalas, que anida en su interior. Ese latido regular tiene dos ritmos, uno de gran potencia y otro mas suave, y de menor intensidad, que son los que estructuran el Gran Ciclo Cósmico. Se sienten cuando Hun'ab K'uh emite un pulso de ¨K’uh Lel¨ (así llamaban a la energía que irradia, hacia infinidad de Sistemas Solares, como el nuestro, donde existe la vida). El suave pulso intermedio de Hun'ab K'uh irradia un flujo menor de energía que lo que potencia son transformaciones en el Sistema Solar y en la naturaleza. De esa manera genera eventos y experiencias que inducen comprensiones en nuestro interior, que cambian y amplían nuestra visión de la realidad. Es su forma de fomentar nuestro perfeccionamiento, la evolución de nuestra consciencia y de facilitar que nosotros libremente logremos crear una realidad cada vez más armónica.

Llegaron las crisis de ¨El Tiempo del No-Tiempo¨.
Cambios de todo tipo, sociales, políticos, económicos, religiosos, tecnológicos e innumerables fenómenos naturales, están provocando una gran crisis y son señal que el Gran Cambio profetizado por los Mayas está en proceso. Recibimos el flujo de energías del ritmo intermedio del Gran Ciclo y nuestro mundo se encuentra en el período de transformación que los Mayas llamaron ¨El Tiempo del No-Tiempo¨. El que, luego de un profundo reajuste del orden existente, dará paso a 13.000 años de luz y de armonía. Experimentamos un ¨Momento Evolutivo¨, una coyuntura única en la cual tenemos la oportunidad de definir cómo queremos que sea la sociedad en la que queremos vivir.

Las 12 Constelaciones Zodiacales siempre se han visto como si estuvieran sobre una esfera imaginaria que llamamos la bóveda celeste. Las 6 Constelaciones circumpolares están en la parte superior. El eje polar del planeta va cambiando su orientación de constelación en constelación durante 26.000 años. Actualmente está dirigido hacia la estrella Polaris, de la constelación de la Osa Menor.

El Sol impulsa a la naturaleza a generar Eventos de Destino.

Terremotos, tsunamis, huracanes, sequías, cambios extremos de clima, situaciones difíciles e inesperadas que sacuden el orden existente.
Eventos que nos enfrentan a muchos directamente con la muerte o nos acercan indirectamente a ella a través de las noticias en los medios de comunicación. La muerte cercana nos impacta impulsandonos a salir de la burbuja egoísta en la que vivimos. Además produce algo muy importante: genera un estado de neutralidad interior que nos permite evaluar lo vivido sin decirnos mentiras, un repaso imparcial de lo que nuestra conducta ha causado a nuestro alrededor o lo que hemos permitido que suceda. Esta evaluación nos permite comprobar nuestros aciertos o nuestras equivocaciones, lo que produce grandes transformaciones en nuestro interior y hace que surjan comprensiones sobre el verdadero propósito de nuestra vida. La presencia de la muerte también induce a muchos de nosotros a tocar fondo rápidamente, lo que permite que limpiemos nuestra mente de oscuridades y pensamientos negativos. Los Eventos de Destino generan grandes transformaciones en nuestro interior.

Los eventos de destino potencian lo que no funciona:
Las situaciones que nos hacen sufrir.

El Tiempo del No-Tiempo¨ también amplifica lo negativo, para que no nos quede más opción que enfocar nuestra atención en ello, solucionarlo, y así dejar de sufrir.

Igual suceden Eventos de Destino colectivos, que cambian súbitamente el orden existente y crean situaciones que amplifican lo que no funciona en las estructuras que soportan a nuestra sociedad. Se amplifica lo que siempre ha creado conflicto y sufrimiento. Para evitarlo debemos resolver lo que no funciona, sin reaccionar impulsivamente porque esto solo aumenta el conflicto y el sufrimiento. Solo a través del consenso y no con la fuerza pueden darse los cambios internos y la manifestación de un Orden Nuevo que traiga una era de armonía para toda la humanidad.

¨El Tiempo del No-Tiempo¨ genera Eventos de Destino
para que se amplifique lo que no funciona, lo que genera sufrimiento,
para que nos enfoquemos en corregirlo.

El ataque a las torres gemelas en Nueva York:
Primer Evento de Destino colectivo.
En Septiembre del 2001, 3.500 millones de personas vivimos en directo por televisión un evento que impulsó la transformación del orden existente.

La destrucción en un ataque terrorista de las Torres Gemelas en Nueva York fué un evento que cambió totalmente el orden establecido. Curiosamente está representado por la carta diez y seis del Tarot, cuyo arquetipo (la gráfica que transmite información directamente al inconsciente colectivo) es la destrucción de una torre por un rayo; carta que representa a Marte, un planeta asociado con la guerra. El evento que surge por un problema aún no resuelto en el medio oriente, inició una serie de procesos y experiencias que generaron y están generando comprensiones para toda la humanidad. También nos mostró lo fácil que es que el orden establecido se desmorone súbitamente, iniciando los cambios que al final van a generar una era de armonía. Ante este ataque, el gobierno de los Estados Unidos reaccionó basado en la creencia que debe cobrarse ¨Ojo por ojo y diente por diente¨. Con orgullo patrio empleó su enorme fuerza basado en otra creencia llamada la ¨Ley del más fuerte¨.

Una economía basada en la industria militar establece el control y mantiene el orden a través de la fuerza y el miedo. se expande rápidamente debido a la guerra.

Entre el 2001 y el 2007 el gasto militar se triplicó en el mundo. Esta expansión permitió que el dinero fluyera rápidamente. Los índices de bolsa subieron de manera continua después del caos inicial que produjo el ataque. El crédito se hizo fácil. Se concedieron millones de préstamos hipotecarios, muchos de ellos a personas que realmente no tenían como pagarlos. Por otro lado cientos de grandes compañías entraron en un proceso de codicia adquisitiva para expandir su tamaño. Prestaron enormes sumas de dinero para comprar a su competencia a precios altísimos, cuando los bienes que éstas producían no lograban generar el dinero para pagar la deuda contraída. El valor de los bienes y productos generados en el mercado se sobrevaluó en un 40% debido a especulación que facilitó la poca supervisión y regulación gubernamentales. Fué así como las grandes compañías comenzaron a quedar ilíquidas. Todo ésto sumado produjo una gran caída en la bolsa. El 50% de la burbuja de sobrevaluación especulativa (14,5 quintillones de dólares) desaparecieron instántaneamente.

Millones de personas fueron despedidas, por lo cual dejaron de pagar las cuotas mensuales de sus casas, creando un caos financiero.Cientos de miles de propiedades quedaron en poder de los bancos que salieron a ofrecerlas al mejor postor, ocasionando una baja en el precio de todas las viviendas del mercado. Como consecuencia, miles de personas terminaron debiendo a los bancos más de lo que sus casas valían, a pesar de haber pagado con gran esfuerzo mucho dinero a cuenta de su deuda. Esto, sumado a las restricciones de efectivo y de oportunidades de trabajo, los obligó a entregar sus casas a los bancos y perder lo invertido, lo cual profundizó la crisis de una manera extraordinaria. En el 2008 grandes instituciones que tenían casi todos sus recursos financiando las hipotecas de esas viviendas, se encontraron súbitamente ilíquidas y el efecto dominó comenzó a generar quiebras en todo el mundo. Finalmente esta crisis nos está permitiendo descubrir que un sistema económico tan interconectado, es igual de fuerte al más débil de sus eslabones.
La economía prácticamente se detuvo. Esto coincidió con la realización de elecciones en las que la gente descontenta depositó masivamente un voto de protesta, lo que generó algo inesperado...

El ascenso de un presidente negro con raíces árabes y africanas en una sociedad orgullosamente blanca, convertida en anti-islamista como resultado de una intensa campaña de desinformación llamada ¨La Guerra Contra el Terror¨. En ese momento el gobierno anterior decidió inyectar 10 quintillones de dólares a las grandes compañías y bancos, para reestablecer el Status Quo. El nuevo gobierno decidió validar esa decisión antes que entregar el dinero a millones de familias que debían una suma prácticamente igual (10,5 quintillones de dólares) para que conservarán o recuperarán sus viviendas en condiciones de verdadero apoyo. Esto hubiera restablecido realmente la economía, recuperando el optimismo y la confianza del planeta entero en su sistema y en el llamado ¨Sueño Americano¨.

Un Evento de Destino Colectivo que no ocasionó muchos muertos, pero sí una tremenda conmoción mundial, resaltó muchos de los problemas que tenemos que corregir. También condujo a todo el sistema a entrar en una profunda crisis de la que no ha podido recuperarse hasta el momento. La confianza de la humanidad en el orden establecido está fallando y, como veremos más adelante, esa es la semilla del cambio. Los Eventos de Destino nos hacen cambiar interiormente, lo que modifica nuestra conducta. Cuando eso sucede masivamente, genera transformaciones en las instituciones que fundamentan el sistema. Cambia el orden que ha estructurado a la sociedad, para generar uno más armónico y solidario.
http://www.globalissues.org/article/768/global-financial-crisis#Thescaleofthecrisistrillionsintaxpayerbailouts
Vivimos un momento de transición en la mitad exacta del Gran Ciclo Cósmico de 26.000 años, 13.000 años después del Diluvio Universal que finalizó el ciclo anterior de la civilización Atlante.

El mundo no se acaba, solo se transforma. Experimentamos ¨El Tiempo del No-Tiempo¨, un momento de cambio que es parte esencial del Plan Supremo para potenciar la evolución de nuestra consciencia. Realmente, fuimos nosotros mismos, quienes escogimos reencarnar en estos tiempos para participar de una crisis que pondría en tela de juicio todas nuestras creencias, para así dar un enorme salto, en el camino de encuentro con nuestra verdadera Esencia.
 
Fernando Malkún.

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