Relación de pareja
QUÉ OCURRE CUANDO UNO DE LOS DOS DESPIERTA LA CONCIENCIA
QUÉ OCURRE CUANDO UNO DE LOS DOS DESPIERTA LA CONCIENCIA
Puedes ser tú
hombre o tú mujer el que empiece a tener una fuerte motivación que le
tira hacia la búsqueda de la espiritualidad y el descubrimiento
interior, aunque cuando uno de los componentes de una pareja decide
emprender la búsqueda en solitario hacia el encuentro con uno mismo, se
suceden varias cosas que se van a presentar y a las que va tener que
hacer frente.
Por supuesto, cada experiencia en cada persona es distinta pero esto puede ser un perfil habitual.
El que se
inicia en este trayecto espiritual en solitario, sabe que ha dado con
algo que le hace muy feliz y se llena de su propia alma.
Cuando intenta
compartir lo que siente con su pareja, esta se sorprende y no es capaz
de entenderlo y vivirlo del mismo modo que lo vive él, con entusiasmo e
ilusión.
Esto, en un principio le hace sentir mal e incomprendido.
Al mismo
tiempo, la pareja, mirando la situación desde un punto más cerebral,
siente la mayoría de las veces que habla con él, que está perdiendo el
juicio y la razón, que todas esas historias le están confundiendo y
piensa que esta perdiendo el tiempo, ya que tampoco cree que sus ideas y
su forma de pensar “nueva” sean válidas para este tiempo.
Para el que
emprende la búsqueda es un trago amargo el sentirse incomprendido, pero
para el que lo acompaña también, ya que le invade el temor, el terror de
perder a la pareja, y el de no entenderse si sigue así al hablar
diferente idioma.
Pero pasa el
tiempo y el que está buscando se da cuenta que todavía le falta
encontrarse consigo mismo, que es duro seguir sólo en el despertar y que
sería más fácil si pudiera ser comprendido por su pareja, pero al mismo
tiempo se adquiere calma, bienestar y más comprensión, que antes
faltaba.
Hay que saber
que es lógico y normal que no se entienda este comportamiento, pues cada
cual tiene su momento de despertar, su tiempo de “luz” en el que se da
cuenta del motivo de su existencia, aunque sea por un camino distinto al
que la pareja descubrió.
Le sigue una
nueva etapa en la que el buscador se da cuenta que su trayectoria, su
aprendizaje por decirlo de algún modo, está despertando en su ser más
íntimo una mezcla de entusiasmo, euforia, curiosidad, ganas de saber más
y más, ganas de compartir con los demás, por decirlo de algún modo.
Siente la necesidad de hacer, decir y hacer cosas para compartir lo que percibe y vive con tanta intensidad.
Y cuanto más
eufórico está en esto, la pareja se posiciona en un puesto de más
incredulidad y crecen lo abismos; ¡es normal, el que ha cambiado eres tú
no tu pareja!
¡Es tu proceso de despertar de conciencia!
El que emprende
este camino sabe que no va a retroceder, no desea volver atrás por nada
del mundo, pero es que tampoco puede ni quiere, tiene clarísimo cual es
su postura aunque no su trabajo a seguir, se tiene que dejar llevar y
fluir por las “señales” y su intuición.
Se empieza a
tener un sentimiento distinto hacia las cosas (como de más desapego a lo
material), y se hace uno menos vulnerable a lo que dicen, hacen y
piensan los demás, porque por lo menos se tiene algo claro, empiezas a
quererte más, ¡que ya es mucho!
La pareja
muchas veces no comprende nada y se desespera por que cree que te está
perdiendo, y puede que sea así, al no comprender como has podido cambiar
tanto.
El que emprende
el camino espiritual, dedica el tiempo a buscar, se convierte en
insaciable buscador de sí mismo y de lo que le rodea, y sabe que no
puede dejar de buscar , se convierte en su forma de vida y cuanto más
aprende de si mismo, más se conoce y conoce a los demás.
Esto tiene una recompensa, y es que su manera de ser producirá tarde o temprano un cambio a su alrededor.
Y estos cambios pueden ser de distintas formas.
El que no busca, el que se mantiene igual puede tomar decisiones como esta:
Él o ella, ve
que has cambiado tanto que ya no eres el mismo/a que conoció y ya no te
comprende y le es más difícil cada vez estar a tu lado, ya que hay algo
que se le escapa que no puede controlar.
(Estáis
vibrando en diferentes frecuencias y la persona que se mantiene igual no
puede soportar ese estado vibracional más sutil del otro).
Otra es,
quedarse a tu lado por comodidad, por estatus, por economía, aunque no
lo entiendas y vivir vidas totalmente separadas en el espíritu, (que
suele ser lo más común).
Otra es que el
amor, el que no crea dependencia, ni exige, ni controla, ni quiere
cambiar a nadie se convierta en comprensión y en el motivo para
vislumbrar lo que le está sucediendo a tu pareja e inclusive puede
despertar en ti lo mismo, y te digas; seguro que aprenderé si empiezo a
mirarle con los ojos del alma, creo que hay una verdad ahí de la que
puedo algún día beber de ella.
Unas veces se
rompen las relaciones de pareja, pero otras se transforman y se entregan
con más amor, se enriquecen y se nutren de una manera desconocida hasta
entonces.
Si habéis
recorrido el camino espiritual en solitario, recordad que no es
impedimento para mantener una relación equilibrada, sino todo lo
contrario ya que puedes comprender el porqué de las cosas y saltar esa
dificultad que no es más que una prueba más de la capacidad de amor que
se tiene que sostener, ya sea compartiendo la vida con la misma pareja y
ayudándola con toda la información que tienes ,que para eso es la
información para compartirla y así otros y tu pareja ,la tengan y tomen
su decisión o entendiendo que se tiene que romper para seguir por otra
senda que te hará sobre todo continuar aprendiendo, esta vez sin rencor y
sin reproches por que un ciclo ha terminado ,pero siempre habiendo
intentado ayudar a tu pareja y no dándole de lado por que con lo que has
aprendido seria una posición muy egoísta el no ayudar al dormido.
Cuando uno
despierta, despierta para el y para los que están con el, ya que lo
normal es compartir y ayudar a los demás a despertar, siempre con
respeto y mucho tacto, sin ofender, ni imponer.
La gran suerte
del mundo es lo que les sucede a las parejas que despiertan al unísono,
se convierten en una unidad que les conecta con el cielo y la tierra
para descubrir las verdades y el propósito de la vida.
Entienden y
comienzan a vivir la espiritualidad de forma activa en cada cosa que
hacen, lo viven y lo sienten juntos, por eso descubren cual es su sino
en relación con todas las cosas que les suceden en el día a día de una
manera más equilibrada.
A la vez
descubren que han venido juntos a estar aquí en esto, en este justo
tiempo porque ya lo pactaron con anterioridad en algún otro “lugar”
antes de nacer y siempre por un motivo, ayudarse y ayudar con su ejemplo
y su manera de vivir.
Por eso estas
parejas mantienen mejor el equilibrio vibracional ya que al ser ambos
los que se sostienen en una misma frecuencia les hace crecer
espiritualmente de una forma más evidente.
Eso es lo que
tiene que ser, si no pudiera ser después de haberlo intentado que cada
espíritu siga su camino de evolución con respeto y siempre dispuesto a
ayudar por que tarde o temprano todos llegamos a Roma, seria una pena
llegar separados al mismo sitio y darse cuenta de que se podía haber
evitado si había amor entre los dos.
Un abrazo de luz.
Viajante de las Estrellas.
EMAR
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