jueves, 18 de julio de 2013

FENOMENO ORBS. ESFERAS INTERDIMENSIONALES


ALGO MAS QUE UNA ESFERA
El fenómeno de los ORBs se ha convertido en años recientes en uno de los más intrigantes dentro de los eventos de la actividad paranormal. Estas misteriosas bolas de luz han sido fotografiadas, aparecen en vídeos, e inclusive, han sido observadas a simple vista. Diferentes testigos de esta manifestación, se han referido a ello como si fueran presuntas apariciones de personas que fallecieron, entidades extraterrestres en “proyección”, o incluso ángeles. ¿Ante qué nos encontramos?
¿QUE ES UN ORB?
Para algunos fotógrafos, estas supuestas apariciones no son más que partículas de aire cercanas a los lentes de las cámaras, o simplemente polvo, humedad o alguno que otro insecto. Otras explicaciones de aquellos que se mantienen escépticos suelen ser: problemas en los lentes, fallos internos de los equipos (como las filmadoras portátiles o las cámaras fotográficas, particularmente las cámaras digitales), manchas químicas en los films de 35 mm., o sin ir más allá, reflexiones de la luz.
Sin embargo, al margen de estas hipótesis, ¿es posible que existan casos genuinos de ORBS? ¿Qué es un ORB exactamente?
Según el Diccionario Webster de la lengua inglesa, la palabra “orb” se define como “una esfera o un globo”, “un cuerpo organizado como un todo” o “cualquier cosa de forma circular”.
Ante esta definición, la palabra ORB ha sido asignada o usada desde hace algún tiempo en el “argot” de los parapsicólogos, ya que a ellos se les revelaron en sus fotografías, en lugares donde diversos testigos afirmaban se producían fenómenos extraños. Entonces los investigadores acudieron allí, para llevar a cabo sus experimentos, algunos de ellos bien documentados y con la participación de importantes investigadores (hasta Discovery Channel hizo un especial de todo ello).
Fruto de estas investigaciones, se aventuró la tesis de que estas “formas circulares” o “esferas de luz” tienen vida o pertenecen a un ente vivo.
De acuerdo a ciertos estudios, los ORBs pueden presentarse completamente transparentes -aunque para muchos los globos translúcidos no representan a un ser- o manifestarse por medio de una forma circular brillante y sólida, sin duda lo más desconcertante pero al mismo tiempo aceptable como fenómeno a investigar. Aunque la mayoría de las veces estas formas redondas de luz son blancas, también se han visto repetidamente, rojas y cremas, y hasta con patrones definidos o algún tipo de textura.
ANTE QUE NOS ENCONTRAMOS
Cuando una criatura muere, su “fuerza de vida”, que se mantenía contenida dentro de su cuerpo biológico, se libera, abandonando el envase físico que en breve comenzará un proceso natural de descomposición. Todos conocemos de alguna u otra forma lo que ocurre con nuestro cuerpo, pero aun se mantiene el misterio que rodea al “alma” o “espíritu”. Al dejar el cuerpo físico, aquella fuerza vital vuelve a su estado natural de energía pura.
Quizás algunos de estos ORBs capturados en fotos o vídeos, representan precisamente el estado real del ser, esa “fuerza de vida” que no es más que la energía que anima a cualquier criatura y que no puede ser destruida. Simplemente se transforma. En otras palabras, un ORB podría ser el modelo básico de energía del mundo espiritual que, en determinadas circunstancias, se revelaría ante nuestros ojos o, cámaras.
Como fuere, muchos de ellos se han detectado también en lugares donde existen antecedentes paranormales intensos. La explicación a ello es que en determinadas ocasiones los espíritus o esencias humanas, después de abandonar el cuerpo físico, deciden quedarse cerca de sus seres queridos o de los sitios que les pertenecieron, en lugar de continuar su camino hacia una dimensión superior. Por tanto, los ORBs también podrían ser manifestaciones de esencias humanas. Muchas veces estas esferas de luz han sido “sentidas” sin mediar razón por diversas personas, como si se tratase de una presencia “invisible”. Incluso, algunos psíquicos dicen haberlos visto a simple vista e inclusive haber conversado con ellos. Sí, con los ORBs.
Pero debemos decir aquí que no toda esfera luminosa en el revelado fotográfico es necesariamente un ORB.
A través de complejos análisis de imágenes, muchas fotografías de ORBs han sido desmentidas. Como adelantábamos en las primeras líneas de este artículo, la mayoría de ellos son el resultado de condiciones atmosféricas, como humedad y lluvia. Es cierto que cualquier pizca de humedad en el aire o polvo puede alterar el resultado de las fotos y más si se usa el flash. Por este motivo, hoy en día los investigadores y estudiosos del caso, recomiendan siempre estar atentos a las condiciones ambientales cuando se toman las fotos o se graban los vídeos.
No obstante, también hay sólidos indicios de ORBs reales en las fotografías. Lejos de ser mugre o humedad en los lentes, se han presentado pruebas en donde la foto anterior o posterior de la secuencia en donde se revelan las esferas, fueron totalmente claras, ausentes de cualquier fallo. Por otra parte, diversas compañías que fabrican cámaras digitales han negado que la aparición de las esferas blancas sea un “defecto” en el mecanismo interno del aparato. Si estuviesen en verdad defectuosos, no mostrarían el defecto en forma circular, sino cuadrada, ya que estas cámaras forman la imagen basada en pixels o una gran multitud de cuadros.
Una de las teorías más aceptadas es que los ORBs podrían ser la energía transferida de una fuente u origen, como cables eléctricos de alto poder, calor, o baterías. La energía, como el agua en gravedad cero, es succionada “junta” en forma de esfera. De acuerdo a las leyes físicas, energía transferida de esta forma, asume su estado natural de un globo. Siendo esto así, ¿podríamos decir que dichas bolas de energía se alimentan para mantener su estado o acaso se forman de estas fuentes?
Para contestar éstas y otras interrogantes, en agosto del 2001, un grupo de físicos e ingenieros noruegos e italianos, integrado por Massimo Teodorani, Erling Strand y Bjorn Gitle Hauge, llevaron a cabo una exitosa misión de reconocimiento de este fenómeno y otros, en el Valle de Hessdalen, Noruega. Estas fueron sus conclusiones:
  1. El fenómeno luminoso es termo-plasmático.
  2. Las bolas de luz no son un solo objeto, pero están constituidas por muy pequeños componentes que se encuentran vibrando espontáneamente alrededor de un centro.
  3. Las bolas de luz son capaces de lanzar bolas de luces aun más chicas.
  4. Las bolas de luz pueden cambiar de tamaño y forma.
  5. La luminosidad de las bolas aumenta debido a la radiación que pueda haber en el área.
Un grupo normal de investigadores para casos paranormales es conformado generalmente por unas 10 personas, que usan 10 tipos diferentes de cámaras (35mm y digital), diferentes velocidades y marcas de rollos. A esto hay que sumarle que los rollos son revelados en distintos lugares para ver si se muestra lo mismo, en su más mínima expresión, dentro del campo de las probabilidades, y así guardar la objetividad ante los hechos.
Ante estas conclusiones, podríamos decir que sea lo que sea un ORB -y aquí nos referimos a los fenómenos genuinos que han resistido un análisis fotográfico-, todos están de acuerdo en que se trata de bolas de luz, sean algún tipo de energía o estado vibratorio, y no meramente residuos de polvo o humedad en el medio.
Foto: hoosierparanormal.com
En este caso la imagen fue tomada con una cámara de carrete, algo poco habitual
en las capturas de Orbs. Pero lo realmente curioso es que parece haber sido
captado con un movimiento descendente.  
ELEMENTOS COMUNES
Verdades básicas
Dentro del tema, luego de años de análisis, se ha podido llegar a determinadas conclusiones o verdades básicas respecto al tema de los ORBs. Estas son:
1.- Que son vehículos interdimensionales reales
Muchos consideran a los ORBs como los “botes solares” de los egipcios o el Merkabah que se menciona en La Biblia. Esta afirmación no sería una exageración ya que se piensa que un ORB es la forma como Dios nos creó. Es como somos antes y luego de nuestra vida terrestre.
2.- Los ORBs pueden ser sentidos y escuchados
Personas que han podido percibir un mensaje de estas esferas, dicen que ellas se comunican “hablándonos” dentro de nuestra cabeza -telepáticamente-, más allá de la percepción normal.
3.- Los ORBs pueden cambiar de forma y existe más de una clase
La primera clase de ORBs son aquellos que se presentan a la altura del ojo humano, o por encima, a la altura del techo interno de las casas. Cuando se tratan de múltiples esferas, hay una principal que las dirige o coordina, apareciendo en los revelados “más clara” y “sólida” que las demás. Eventualmente, al hacer ampliaciones en computadora, estas esferas muestran un rostro (¿?).
4.- Existen ORBs relacionados con el fenómeno OVNI
Ellos sirven para ayudar a asistir a seres extraterrestres que operan el vehículo espacial, como si fuesen una suerte de “escudo psíquico”. Supuestamente, serían ubicados principalmente en el cielo abierto.
5.- Los ORBs que pertenecen a entidades extraterrestres
Se cree que este tipo de esferas son las que tienen una apariencia más detallada y compleja en sus texturas y figuras. Muchos hasta hablan de haberles visto rostro. Son raramente fotografiados. No es de extrañar esto, ya que los seres extraterrestres, como nosotros, en esencia, seríamos lo mismo: una esfera de luz. Un ORB podría ser entonces un ser tanto de procedencia estelar como interdimensional en “estado de proyección”, mostrándose bajo la forma ideal de concentración de energía para moverse y desplazarse.
6.- Los ORBs se desplazan de lugar
Esto es lo más resaltante. Varias fotografías -a través de su secuencia o en una misma- han demostrado movimiento en los ORBs.
El misterio que encierra aquellas esferas de luz, como vemos, es inquietante. Se sabe poco de ello. Hay mucho por investigar.
Pero más allá del fenómeno que envuelve la presencia de estas esferas, nos hallamos de cara a un mensaje de marcada importancia: ver la propia manifestación de una esfera inteligente de luz, que no es otra cosa más que un “espejo” de nuestra mismísima esencia.
La presencia de los ORBs, por tanto, podría ser también una forma de prepararnos para comprender otros niveles de conciencia, incluyendo la vida después de la muerte.
Y la vida nos ha enseñado que en realidad no somos seres humanos viviendo una experiencia espiritual en la Tierra; sino que somos espíritus viviendo una experiencia humana. He allí el mensaje.
 
 
 

miércoles, 10 de julio de 2013

SOBRE LA RESPONSABILIDAD DE SER 

(La Geometria Sagrada como Catalizador de Conciencia)



Con toda la información y herramientas disponibles hoy, es impensable ya seguir perdiendo el tiempo desconectados de nuestra esencia.
“Las características esenciales de la interconexión cuántica, son que el universo entero está de alguna manera envuelto en cada cosa y que cada cosa está envuelta en el todo.” David Bohm 
En el principio había proporción: logos.
Vivimos en un universo de espejos y fractales ­–todo se desdobla constantemente e infinitamente, permeado por la matemática de la armonía. Existimos en la Matrix y su código es la Geometría Sagrada.
“desdoblamiento fractalizado de todo desde la Unidad y la reconexión resonante de las partes de vuelta hacia la Unidad” (Scott A Olsen).
Todos y todo constantemente buscando reconectar con la esencia desde el principio de la existencia –la iluminación como última meta de la humanidad 
La matemática de la Naturaleza y del cosmos permea todos los aspectos de la vida –la física, la biología, la tabla de los elementos, la física mecánica y cuántica, la tecnología digital, nuestro DNA. De hecho, según Olsen,
“la vida podría ser el resultado de la resonancia entre lo Divino (la Unidad) y la naturaleza (las partes), exquisitamente afinados por las asombrosas propiedades fractales de la proporción áurea, dando lugar a estados de conciencia más inclusivos”.
Existen recordatorios sincrónicos por todos lados –en la naturaleza, en las construcciones sagradas, en los textos antiguos y en los religiosos, en el ocultismo, la alquimia, en la física cuántica y en los estados de conciencia alterados. Todo está ahí, infinitas posibilidades en eterno desdoblamiento armónico.
René Adolphe Schwaller de Lubicz, ocultista francés muerto en 1961, afirmaba que
“el número áureo (phi) no es producto de la imaginación matemática, es el principio natural de las leyes del equilibrio”.
Mientras que en India, los Mahatma decían solo reconocer una ley en el universo, la ley de la armonía, del equilibrio perfecto. Siempre lo hemos sabido a lo largo de los tiempos, se nos ha dicho en todos los lenguajes posibles, la clave está en observar a la Madre Natura…
“Como es arriba, es abajo. Como es afuera, es adentro”
De acuerdo al propio Olsen,
“Entender la ley del equilibrio, observar la proporción áurea y su reciprocidad no sólo revela la realidad de la naturaleza misma pero también le permite a la humanidad participar conscientemente en la metamorfosis o auto-transformación de la Unidad. Esta es la esencia de la alquimia, y por lo tanto de la religión misma”. 
Desde que se tiene registro, el ser humano ha intentado descifrar este código, presintiendo que a través de este acercamiento se puede alcanzar un estado de conciencia supremo que nos vuelve uno con la Unidad a partir de la cual florecemos. Y paralelamente, los que han podido descifrar el código y alcanzar estados de conciencia cósmicos, nos han ido compartiendo pistas que mapean los posibles caminos.
Platón fue tejiendo los códigos en sus textos, y el teorema de Pitágoras es una de las bases de la Geometría Sagrada. En el budismo la meta es alcanzar, a través de la meditación, Samadhi, un estado de conciencia plena, omnipresente, donde el yo se disuelve en luz y éxtasis. En palabras del Dr Edgar Mitchell,
“en el estado de Samadhi, la mayoría de la mente y del cuerpo está en un estado básico de resonancia con el campo del punto Cero. El resultado es un estado puro de conciencia y la perdida del sentido del yo. 
Por su parte, las tradiciones indígenas del mundo escogieron el uso de ciertas plantas medicinales o sustancias naturales –como el Peyote, el Yopo, la Ayuahuasca y la medicina del Otac– como puentes para alcanzar este estado de conciencia supremo. En muchas ceremonias también se usan instrumentos y cantos para crear vibraciones que faciliten la disolución de la Matrix. Todo toma forma a través de la resonancia. Todo se mueve a través de frecuencias moduladas –todo es energía. Madame Blavatsky nos dice,
“a los átomos se les llama vibración en el ocultismo”…
Sincronizamos, conectamos y multiplicamos a través de la resonancia, espejeando, fractalizando… siempre buscando regresar a la fuente. 
Cuando se habla de un mundo creado por resonancias, es imposible no pensar en nuestro rol dentro de su configuración, en la responsabilidad que tenemos sobre las vibraciones que emanamos. Rupert Sheldrake nos habla de la existencia de campos morfogenéticos –campos de información compartida que le dan forma a nuestra realidad.
“La resonancia mórfica es un principio de memoria en la naturaleza. Un aspecto importante de la resonancia mórfica es que estamos interconectados con otros miembros de un grupo social. Los individuos dentro de un grupo social más grande y los mismos grupos sociales más grandes tienen su propio campo mórfico, sus patrones de organización. Lo mismo aplica para los humano. Lo que haces, lo que dices y lo que piensas puede influir a otra persona por resonancia mórfica. Así que somos más responsables de nuestras acciones, palabras y pensamientos bajo este principio que lo seríamos de otra forma. No hay un filtro inmoral en la resonancia mórfica, lo que significa que debemos ser más cuidadosos de lo que estamos pensando si es que nos importa el efecto que tenemos en los demás.”
Somos enteramente responsables de nuestro escenario, en el fondo lo sabemos y supimos siempre, y ahí entra la responsabilidad de ser. Somos parte de este engranaje Divino, causa y consecuencia de nuestra realidad. Somos antenas amplificadoras, cuando reconectamos con nuestra esencia entramos en resonancia con las relaciones que rigen a la Naturaleza –nos desintegramos, tomamos conciencia de que somos uno con el todo. No importa cómo, cada quien tiene el derecho, y la obligación, de escoger su camino para acercarse a ese estado –a la fuente de donde todo proviene.
Omraam Mikhaël Aïvanhov, filósofo francés de origen búlgaro, nos recuerda,
“Gradualmente, a medida que nuestra percepción de la Naturaleza cambia, cambiamos nuestro Destino.”
Con toda la información y herramientas a nuestro alcance, con el escenario contemporáneo que estamos experimentando, es impensable ya seguir perdiendo el tiempo desconectados de nuestra esencia, culpando a factores externos de nuestra realidad, congelados, esperando a que todo se siga dando sin nuestra participación consciente. Es tiempo de asumir la responsabilidad de ser. Somos parte de la ingeniería Divina, y “mientras no sepamos como plantar nuestros pensamientos y nuestras emociones, no tenemos ni idea de lo que es la verdadera multiplicidad” advierte Aïnvanhov.
Podemos meditar, hacer yoga, observar y acercarnos a Sofía, cantar, bailar, estudiar y practicar la Geometría Sagrada, y/o usar sustancias naturales … la clave está en observarte, conocerte, re-conocerte en la Unidad y generarte estados alterados de conciencia que te permitan moldear, a través de vibraciones, un escenario que en realidad resuene con tu esencia más intima y pura. Somos energía, somos resonancia. O en palabras del Dr Octavio Rettig Hinojosa,
“nuestros corazones son los campos electromagnéticos que están constantemente modulando nuestra realidad.”
Existen miles de caminos posibles para ser, simplifica y si tienes duda en cual escoger, recuerda a Carlos Castaneda:
“Todos los caminos son iguales, no nos llevan a ninguna parte. Por lo tanto, ¡elige un camino con el corazón!”

10 SINTOMAS DEL DESPERTAR ESPIRITUAL

 

Síntoma 1
  • Tus patrones de sueño cambian, sientes que no descansas pero tienes más energía.
Acostúmbrate y no te preocupes. Tu cuerpo se ajustará con el tiempo.
Síntoma 2
  • Escalofríos, hormigueos, cosquilleo en el cuero cabelludo.
  • Sentir presión en la coronilla, como si alguien estuviese apretando con un dedo.
  • Arranques de gran inspiración/creatividad/pensamiento.
  • Sentir vibración alrededor de la cabeza y oídos.
No te preocupes. Es que el chakra de la corona se está abriendo y la energía divina está entrando.
Síntoma 3
  • Repentinas oleadas de emoción; Te sientes triste, sol@, alegre, enfadad@, etc sin motivo.
Es una liberación de emociones bloqueadas y puede venir del chakra del corazón. No seas dur@ contigo. Reconoce los sentimientos según surgen y déjalos ir con amor.
Síntoma 4
  • Temas pendientes vuelven a presentarse y en ocasiones te sientes muy perdid@.
Nunca estás perdid@. Enfrenta los temas pendientes que surjan y acláralos. Es necesario y muy purificador.
Síntoma 5
  • Tu cuerpo físico puede cambiar.
  • Tus hábitos alimenticios empiezan a ser más sanos.
  • Todo tu cuerpo y mente están cambiando.
Esto se asentará según vayas aclarando los temas pendientes. Tu vibración se elevará según te vayas rindiendo con amor incondicional.
Síntoma 6
  • Tus sentidos aumentan su sensibilidad. Tu sexto sentido se abre y eres más consciente de las energías sutiles.
  • Puede que empieces a ver chispas de luz, sombras, bolas de energía, cuadrículas de luz, movimientos con el rabillo del ojo. También puedes oír que alguien te llama, voces, zumbidos, olores fugaces y notar la presencia de "alguien" cerca.
Estas son señales del espíritu y de tus guías. ¡No tengas miedo! Recuerda que siempre estás al mando y establece firmes reglas. Siempre practica el discernimiento cuando trates con el espíritu.
Síntoma 7
  • Empiezas a ver el mundo con nuevos ojos. Sientes amor y unión con todo.
Ve con la corriente! Sé tan compasiv@ y afectuos@ como puedas y no seas dur@ contigo cuando tengas un mal día. Sé amable contigo mientras tu conciencia se expande.
Síntoma 8
  • Desearás más y más liberarte de patrones restrictivos y viejos hábitos que ya no te sirven.
¡Ten valor y hazlo! Despréndete de lo viejo para dejar lugar a lo nuevo.
Síntoma 9
  • Empezarás a ver más y más señales que te hablan directamente a un nivel muy profundo.
Tendrán gran significado para ti, según vaya floreciendo tu conciencia.
Síntoma 10
  • La sincronicidad fluye más rápido. Estos maravillosos eventos fluyen cuando vas por el buen camino. Encuentros, gente, números, imágenes... no hay límites a las coincidencias que ocurren.
Intenta sentir el mensaje tras ellos y confía en tu intuición.

Y recuerda... no estás sol@!!! 
 
 

LOS DIOSES QUE BAJARON DE SIRIO


El reciente descubrimiento de que Sirio es, en verdad, un sistema estelar triple, está levantando todo tipo de controversias. Y es que, lo que nuestra astronomía acaba de reconocer, era ya sabido por pueblos antiguos como los egipcios o la tribu de los dogones en Malí. Y lo sabían, al parecer, porque un día descendieron unos “dioses instructores” de ese sistema y se lo contaron.
Dos investigadores franceses, D. Benest y J.L.Duvent, hacían público hace escasas semanas el resultado de sus últimas investigaciones en torno a la estrella, la más brillante del firmamento y ubicada a unos 8,7 años luz de la Tierra.
Según sus conclusiones Sirio es, en verdad, un sistema estelar formado por tres estrellas y no por dos, como desde mediados del siglo pasado asegura nuestra astronomía; y lo pudieron averiguar al estudiar con detenimiento las variaciones en la órbita del sistema de Sirio desde 1862 hasta nuestros días, lo que les llevó a pensar que un tercer cuerpo estelar estaba influyendo en su recorrido.
Benest y Duvent dedujeron, además, que la nueva Sirio C es una enana roja, una clase de estrella quinientas veces menos masiva que el Sol y muy poco brillante, para cuyo descubrimiento óptico – que todavía no se ha confirmado – será necesario utilizar los más potentes telescopios en un futuro inmediato.
La conclusión a la que han llegado estos dos investigadores galos recientemente, era ya de sobra conocida por algunos de los pueblos más antiguos de África, como los egipcios y los dogones. Estos últimos, que actualmente viven en la planicie de Bandiagara, en las montañas Hambori de Mali veneran desde tiempos inmemoriales a la estrella Sirio a la que parecen conocer hasta en sus detalles más íntimos.
En 1931 el antropólogo francés Marcel Griaule visitó por primera vez a esta tribu, descubriendo que en sus tradiciones más sagradas y secretas se hablaba de una estrella compañera de Sirio, a la que llamaban Po Tolo, y de la que sabían que tarda cincuenta años en completar una órbita en torno a ésta y que, además, es extraordinariamente densa, lo que es rigurosamente cierto. Por si esto fuera poco, los dogones sabían de la existencia una tercera estrella a la que llaman Emme Ya (y que corresponde a la recién descubierta Sirio C), de la que dicen es “cuatro veces más ligera que Po Tolo aunque que tarda el mismo tiempo que ésta en completar su órbita alrededor de Sirio A.
Aquellos conocimientos, que Griaule completó quince años más tarde con otras investigaciones de campo que realizó junto a la etnóloga Cermaine Dieterlen, fueron considerados en principio pura mitología; pero aún con todo, en medios académicos, escépticos como E.C. Krupp, director del Observatorio Criffith de Los Ángeles y uno de los mas reconocidos especialistas mundiales en arqueoastronomía, reconocieron que – además de su conocimiento sobre Sirio – era difícil explicar cómo conocían también los anillos de Saturno o las cuatro lunas galileas de Júpiter, descubiertas por Galileo Galilei siglos después de que los dogones hablasen de ellas, gracias a su primer telescopio.

Los orígenes del saber
Además de los dogones, otros pueblos vecinos como los Bambara, los Bozo de Segu y los Miniaka de Kutiala, comparten desde tiempos inmemoriales idénticos conocimientos sobre Sirio, en torno a cuyo sistema gira buena parte de la vida ritual de estas gentes. Cada cincuenta años, por ejemplo, y cumpliendo estrictamente con el “ciclo u órbita de Sirio B alrededor de Sirio A, estas tribus celebran sus ritos de renovación a los que llaman Fiestas Sigui, en honor a Sigui Tolo que es como conocen a Sirio A. Es entonces cuando elaboran complejas máscaras de madera para celebrar la entrada del nuevo ciclo, que después almacenan en un lugar sagrado y donde los arqueólogos han podido encontrar piezas que datan, al menos, del siglo XV. Ahora bien, ¿de dónde obtuvieron los dogones en‚ época tan remota sus precisos conocimientos astronómicos?
Griaule y Dieterlen prefirieron limitarse a describir aquello que les fue transmitido por los dogon, o jefes de cada pueblo iniciados en el secreto de Sirio, sin hacer una valoración de sus hallazgos. Pero en 1970 Cenevieve Calame-Griaule publicó en un libro que tituló Génesis Negro, algunas de las notas que su padre Marcel no se atrevió a dar a la luz. En ellas se describía como los dogones creían en un dios hacedor del Universo al que llaman Amma, que mandó a nuestro planeta a un dios menor, al que conocen como Nommo, para que sembrara la vida aquí. Nommo descendió a la Tierra y trajo semillas de plantas – describe una de las tradiciones recogidas por Griaule de boca de un dogon llamado Ogotemmeli -, que habían ya crecido en campos celestes… Después de crear la Tierra, las plantas y los animales, Nommo creó a la primera pareja de humanos, de los que más tarde surgirían ocho ancestros humanos, que vivieron hasta edades increíbles.
La conexión egipcia
De Nommo, los dogones dicen también que era una criatura anfibia – probablemente muy parecida al dios babilónico Oannes -, y que regresó al cielo en un arca roja como el fuego después de cumplir con su tarea. Pues bien, con todos estos datos, en 1976 Robert K.C. Temple, un lingüista norteamericano miembro de la Royal Astronomical Society británica y afincado en Londres, publicó un osado libro que tituló El Misterio de Sirio, en el que aventuró que Nommo fue un extraterrestre que dejó en la Tierra, hace entre siete y diez mil años, toda clase de pistas sobre su origen estelar. “Cualquier otra interpretación de las citadas pruebas no tendría sentido", concluyó Temple. Y quizás no le faltase razón, pues sus argumentos, lejos de haber sido refutados con el tiempo, se ven reforzados por descubrimientos como el de Sirio C que ya anunció en su obra hace casi veinte años.
Pero el conocimiento del sistema triple de Sirio no fue patrimonio exclusivo de los dogones y de los pueblos vecinos, lo cual nos obliga a abrir aún más el radio de esa supuesta influencia extraterrestre en el pasado. Los antiguos egipcios, por ejemplo, mostraban una gran veneración hacia la “estrella del Perro” o Sirio, que se encuentra en la constelación del Can Mayor. Fue sir Norman Lockyer, astrónomo británico fundador de la revista Nature, el primero en darse cuenta de que muchos templos egipcios estaban alineados hacia Sirio, cuya aparición y desaparición en los cielos sirvió como base a uno de los dos calendarios usados en Egipto. El primero de ellos era de uso popular y de escasa complejidad matemática estableciendo la duración del año en 365 días exactos, pero el basado en Sirio además de servir para fechar cuestiones sagradas y dinásticas, se fundamentaba en observaciones astronómicas extraordinariamente precisas y establecía la duración del año en 365,25 días.
Se comprobó, por ejemplo, cómo muchos de los templos egipcios, orientados hacia el sol naciente (lo que dio pie a que los arqueólogos especulasen con la existencia de una religión solar), estaban flanqueados por dos obeliscos que, ubicados en un lugar previamente determinado, servían a los sacerdotes para ver sobre la línea del horizonte por donde salía el sol a lo largo del año, pudiendo marcar así el inicio de los solsticios de verano e invierno.
Aquel control del Sol sirvió a los egipcios para comprobar que había un día en el que Sirio y el Sol salían por el mismo punto.
Comprobaron igualmente que cada cuatro años Sirio se retrasaba un día en acudir a su cita, lo que originó el ciclo de Sirio o sóthico en honor de la diosa Isis o Sothis que se cumplía cada 1460 años; es decir, pasado ese periodo de tiempo el calendario sóthico y el vulgar volvían a coincidir al inicio del año nuevo (1460 años X 0,25 días de error = 365 días).
Este calendario sóthico ha permitido fechar con precisión acontecimientos que sucedieron 43 siglos antes de Cristo, lo cual demuestra que hace ya más de cuatro mil años los egipcios conocían estos ciclos.
¿Cuándo, pues, hicieron‚ éstos sus observaciones de Sirio para establecer su calendario? ¿Acaso fue este un conocimiento llegado por los mismos dioses de los dogones y una nueva pista sobre su origen?
La identificación de Sirio con la diosa Isis (la Señora de los Dos Fuegos), refiriéndose a sus dos estrellas más grandes, A y B, fue confirmada hace ya varias décadas por los estudiosos Otto Neugebauer y Richard Parker. Lo que nunca supieron interpretar fue el por qué‚ en la iconografía egipcia Isis iba a menudo acompañada de las diosas Anukis y Satis, que ahora, desde luego, pueden entenderse como Sirio B y Sirio C.
Otra clave simbólica puede tener que ver con Osiris, mitológicamente hermano y compañero de Isis y encarnación de la Tierra, cuyo nombre en jeroglífico es representado frecuentemente como un ojo sobre o bajo un trono, lo que podría dar lugar a pensar en la rotación de nuestro planeta (y, por ende, de todo el sistema solar) en torno a Sirio. No en vano Kant definió a Sirio como “el Sol de nuestro Sol“, hipótesis que llevó a muchos astrónomos decimonónicos a establecer la distancia entre Sirio y nosotros como “unidad astronómica". Y lo chocante es que los dogones conocían a Sirio A también como la “estrella sentada“. ¿Simple casualidad?.

Las pirámides apuntan al cielo
A ella no puede, desde luego, recurrirse cuando se averigua – como hizo el astroarqueólogo ruso Vladimir Rubtsov – que el antiguo vocablo iranio que se usaba para referirse a Sirio era Tistrya, palabra que se origina en el vocablo sánscrito Tri-Stri, y que significa tres estrellas! Es decir, que el conocimiento de que Sirio es un sistema estelar triple fue casi universal en nuestro más remoto pasado.
¿Pero por qué? ¿Quién difundió semejante “secreto”? Los egipcios posiblemente hicieron evidente ese secreto en la meseta de Giza, junto a El Cairo, precisamente gracias a las tres monumentales pirámides que allí pueden contemplarse. No en vano cada día son más los que creen que la Gran Pirámide fue en verdad un templo – y no una tumba – dedicado a Isis, la diosa que encarna a Sirio A, y en cuyas medidas y proporciones fundamentales se encuentran encerrados saberes relacionados con el monumento original de la pirámide de Micerinos, antaño cubierta por losas de granito de este color.
Por la misma regla de tres, la ciencia algún día podría llegar a comprobar que las tres pequeñas pirámides satélite que hay junto a la de Keops representan tres planetas junto a Sirio A, al igual que las otras tres pirámides menores que flanquean a Micerinos (Sirio C). Curiosamente esta disposición no sitúa ninguna pirámide menor junto a Kefrén, quizá por lo que los astrónomos ya saben: el enorme peso gravitacional de Sirio B hace imposible que ningún planeta orbite en torno suyo sin ser fatalmente atraído hacia la estrella.
Frente a esta hipótesis, en el último año se ha acuñado otra no menos interesante. En 1994 los investigadores Robert Bauval y Adrian Gilbert hacían público que tres de los cuatro canales de ventilación de la Gran Pirámide estuvieron orientados hacia estrellas concretas. Así el canal norte de la cámara del Rey miró hacia Alpha Draconis, el canal norte de la cámara de la Reina hacia la estrella más baja del cinturón de Orión (las tres estrellas centrales de la constelación) , y el canal sur de esta misma cámara hacia Sirio.
Su particular “descubrimiento” les llevó a formular su aventurada “teoría de la correlación con Orión” de la que se desprende que las pirámides de Giza son una réplica exacta del cinturón de Orión y que el Nilo así como el resto de pirámides egipcias ocupan los lugares correlativos a la Vía Láctea y otras estrellas importantes.
La orientación de los canales de la Gran Pirámide corresponde – según Bauval y Gilbert – a la posición de las tres estrellas citadas en el 2450 a.C, aunque la ubicación de las pirámides marca el lugar del cénit donde estuvo Orión en el 10450 a.C.
Una estrella fascinante
Lo que proponen ambos investigadores para explicar esta diferencia cronológica es que, si bien la Gran Pirámide fue erigida en el 2450 a.C. (perpetuando así la falsa tesis arqueológica oficial de que fue construida por Keops), en cambio conmemoran un acontecimiento remoto que tuvo lugar en el 10450 a.C. Pero, ¿cual? Independientemente de cual de las dos hipótesis para la disposición de las pirámides de Giza está más próxima a la verdad, lo cierto es que la vinculación de Sirio y Orión, al menos desde un punto de vista astronómico, es innegable, pues los egipcios sabían que Orión se perdía tras el horizonte una hora antes que Sirio, lo que sirvió de referencia también para el establecimiento del calendario sóthico.
En definitiva, pese a toda la evidencia expuesta, los historiadores prefieren seguir ignorando el por qué de la fascinación que ejerció sobre los egipcios (y sobre otros pueblos tan alejados de ellos como chinos o dogones) la estrella Sirio, aunque todos ellos se esforzaron en aclararnos estas dudas en sus templos y mitos: sus “dioses instructores” descendieron un día lejano de aquel sistema triple y habitaron este sistema solar.